domingo, 23 de diciembre de 2012

Turrón crudivegano de almendra y coco



Si me descuido dejo este turrón para semana santa. Tanto da ¿no? Si es que aquí la que escribe es el espíritu antinavideño hecho persona. Eso no quita que se puedan comer los dulces navideños, el comer por el placer de comer, ya se sabe...

El otro día en clase de bromatología, Ana, la profesora, nos explicó como hacer un turrón crudivegano. Con alguna modificación, ayer lo preparé en casa y ha sido todo un éxito. No confundamos crudivegano con bajo en calorías, imposible con los ingredientes que se usan en este turrón, pero sí que es apto para quienes tomen poco azúcar.
Vamos a ello, a ver si alguien más se anima a hacerlo.

100 grs. de almendra cruda molida
100 grs. de coco rallado
100 ml. de aceite de coco
40 ml. de zumo de naranja
60 ml. de sirope de ágave
Pistachos picados

En mi caso compré almendras sin moler y las trituré en la picadora. No pasa nada si no quedan muy picadas.
En el caso del aceite de coco, en verano está líquido pero en invierno, con las temperaturas más bajas, está sólido. Se puede deshacer al baño maría o bien, si están los radiadores encendidos, basta con poner el bote encima. Trucos que se van aprendiendo...

En un bol se mezclan las almendras, el coco, el sirope de ágave, el zumo de naranja y el aceite de coco. Para comprobar que la masa es consistente, basta con coger un puñadito en la mano, hacer una bola y si no se desmonta, está listo. Si se deshace, se echa un poquito de agua templada y se vuelve a mezclar bien.
En un molde para hacer plum cake o pan de molde, se pone una tira de papel film grande: habrá que envolver el turrón del todo con el papel. Se echa la masa encima y se va aplastando con una cuchara para compactarla. Los pistachos, una vez picados en un mortero para que no queden demasiado triturados, se reparten por encima. Se pasa el papel film por encima del turrón y se aplasta para que los pistachos enganchen bien.
Ya solo queda dejarlo en la nevera unas tres horas. Tras esa estancia en la nevera, se puede conservar fuera, a temperatura ambiente, a no ser que estemos a 30 grados...

Y con esto y una copa de cava os deseo felices fiestas y...

¡Buen provecho!

domingo, 16 de diciembre de 2012

Arroz mar y montaña vegetariano



Sí, sin bichitos. Así fue el arroz que hice hace una semana, mar y montaña vegetariano. Nada como la paella de pescado y marisco que hace mi madre pero no todo el mundo quiere comer seres vivos que han tenido ojos (porque no hay que olvidar que las plantas también son seres vivos).

Ya hacía días que no comíamos arroz y teníamos en casa setas shiitake deshidratadas y algas así que tocaba experimentar. Todavía no hay algas en este blog, un gran error puesto que tienen muchos beneficios sobre la salud: diuréticas, anticelulíticas, recomendadas contra hipertensión arterial, contra el estreñimiento, contra la caída del cabello o para fortalecer huesos y uñas. Un complemento perfecto para dietas vegetarianas. Una maravilla.

Volviendo al arroz de hoy, ¿qué necesitamos?

4 vasos de arroz bashmati
10 vasos de agua
1 cebolla dulce
300 grs. de setas shiitake deshidratadas
200 grs. de algas, a poder ser variadas
Aceite de oliva
1 vaso de vino blanco para cocinar
Sal
Romero
Pimienta negra

En una olla se pone a calentar el agua, a fuego lento puesto que vamos a tardar en usarla.
En una cazuela de barro, con una cucharadita de aceite, se pone a pochar la cebolla cortada en trozos pequeños, casi picada.
Al cabo de cinco minutos se agregan las setas previamente hidratadas (seguramente dos o tres horas de hidratación) y el vino. Se dejan tres minutos y se añaden las algas previamente hidratadas (no más de cinco minutos) y escurridas. Dos minutos y se echa el arroz.
Se mezcla bien todo y se deja al fuego cinco minutos sin dejar de remover. Se agrega sal, pimienta negra, romero y cuatro cucharones del agua caliente.
Es bueno tener el agua a fuego muy bajo al lado de la cazuela, de esta manera no se rompe la cocción con agua fría. Se remueve y se deja cocer. Cuando veamos que va secándose, se va agregando agua. Es posible que no se use toda el agua, lo normal es que tarde en hacerse una media hora aunque lo mejor es ir probando el arroz. Eso sí, nunca tiene que quedar seco.
Tras media hora de cocción, se aparta del fuego y se deja reposar diez minutos tapado con papel aluminio.


He de decir que el arroz se asentó por lo que al día siguiente de hacerlo estaba todavía más bueno. Se me ocurren muchas más verduras para este plato pero muchas veces lo sencillo es mejor.

¡Buen provecho!

 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Cuscús con pesto y mozzarella



Todavía quedaba cuscús en un paquete que abrí hace meses, menos mal que tarda en caducar... Y de repente se me antojó. El problema es que ultimamente ando en metida en varios saraos así que no tengo tiempo para estar horas en la cocina. Pero un antojo es un antojo así que no hay que ignorarlo.
Y por ello dejo aquí una receta con cuscús que se puede preparar en, como mucho, 15 minutos. Prometido.

300 grs. de cuscús
300 ml de agua
1 bola de mozzarella fresca escurrida
1 puñado de piñones (vale, 20 piñones)
Albahaca, puede ser fresca o seca
20 grs. de mantequilla 
Aceite de oliva virgen extra
Sal

Se prepara el cuscús. En todo paquete se indica como se prepara pero por si acaso, lo explico en pocas palabras. Basta con poner el agua a calentar con un poco de sal y un chorrito de aceite. Cuando hierva, se aparta del fuego, se añade el cuscús, se deja tres minutos. Pasado este tiempo se añade la mantequilla y se vuelve a poner al fuego otros 3 minutos sin dejar de remover. Se vuelve a apartar del fuego porque ya está listo.

Mientras hierve el agua se puede preparar el pesto y el queso. Por una parte, en un mortero se pican los piñones y el albahaca añadiendo un buen chorro de aceite. Por otro lado se corta la mozzarella en dados.

Volviendo al cuscús, en cuanto esté listo se añade el queso y el pesto y se mezcla bien.
Ya está, no hace falta nada más. Con este plato se quitan los antojos de una manera sana.

¡Buen provecho!

 

martes, 4 de diciembre de 2012

Conejo a baja temperatura: la versión modesta del cochinillo



Lo primero que tengo que hacer hoy es un aviso a los transeúntes que pasen por aquí. Es el mismo aviso que le haré a mi cuñada en cuanto publique esta entrada: sáltatela. Y al resto de mortales e inmortales, si os parecen entrañables los conejitos y os recuerdan a Tambor de Disney, esperad a la siguiente entrada, se os quiere pero esta receta no os va a agradar.

Evidentemente no queda la misma textura que el cochinillo a baja temperatura, sobre todo porque el conejo no tiene la capa de grasa que tiene el animalico más famoso de Segovia. Espectacular queda el cochinillo que hace mi suegra. Y habiendolo probado, tenía que hacer la versión modesta: conejo a baja temperatura.
Bueno, modesta en parte porque lleva una buena cantidad de aceite de oliva, que no es tontería en el bolsillo. Eso sí, merece la pena. Nada que ver con el conejo hecho al horno sin más.
Esta receta lleva más tiempo pero no más trabajo y con ella se consigue una carne mucho más tierna y jugosa. Si es que es tan sencillo...

1 conejo
4 dientes de ajo
Tomillo
Romero
Pimienta negra 
Sal
Aceite de oliva virgen, pero no hace falta que sea Extra


En una cazuela de barro, se pone el conejo cortado en cuatro trozos previamente untados con una picada hecha con los dientes de ajo, el tomillo y la sal. Se tapa la cazuela con papel film y se deja fuera de la nevera unas dos horas.
Transcurrido este tiempo, se quita el papel film, se echa pimienta negra por encima, se cubre el conejo con el aceite en la misma cazuela y se echa una buena cantidad de romero. Se mete en el horno a 70º y ahí lo olvidamos durante tres horas. Sí, tres horas así tranquilamente.
Vale, esta receta puede ser una excusa perfecta para pasar una mañana totalmente casera...


Volviendo al conejo, al cabo de las tres horas se saca del horno. Lo bueno es que se puede preparar con antelación y, justo antes de servirlo, se saca de la cazuela de aceite, se deja escurrir un poco y se pone en la bandeja del horno. Se mete durante 10 minutos en la parte alta del horno en modo grill. De esta manera se vuelve a calentar el conejo y se le da color por fuera.
Y no hace falta mucho más, solo la guarnición que se quiera añadir. Yo opté por unas patatas asadas, aprovechando el horno caliente, acompañadas de allioli.


La próxima vez que vayáis a hacer conejo, si tenéis tiempo, no dudéis en probar esta opción, es la versión gastronómica de tomarse la vida con calma y tranquilidad...

¡Buen provecho!

 

sábado, 1 de diciembre de 2012

Los endulzantes nos rodean pero... ¿todos para bien?



Esta semana, estando en la cafetería del trabajo, me fijé en una chica que sacó su botecito de sacarina. Cuando vi que echaba dos "bolitas" y seguía, me puse a contar: 3, 4... 8... ¡¡10!! "Eso no es ni café ni dulce ni nada, es puro sabor a sacarina" pensé. ¡Y qué mal sabe la sacarina! Por no hablar de lo poco beneficiosa que es para el cuerpo.
Bueno sí, vamos a hablar de ello, más bien de los endulzantes que tenemos a nuestra disposición. No hablo de los alimentos que contienen el sabor dulce como, por ejemplo, los pimientos, no, hablo de los puros endulzantes utilizados en repostería o con el café o té.

Para empezar ¿se sabe lo que es el índice glucémico? Pues tan sencillo como la concentración de glucosa en sangre. Lo saludable es un índice rondando los 80 mg/dl: por debajo podemos tener una hipoglucemia y por encima una hiperglucemia. Ninguna de las dos opciones es buena.
También en los alimentos se mide el índice glucémico: el que nos aporta cuando los ingerimos. Lo hay bajo (0), medio (35) y alto (70). ¿Qué nos conviene? Por supuesto el bajo o, como mucho, el medio. Aunque también hay calidades... Vamos a ello.

Endulzantes de índice glucémico bajo

Stevia
Ultimamente se habla mucho de los beneficios de la planta stevia pero los endulzantes que se venden solo son para eso, para endulzar. Lo bueno es que es natural y con un índice glucécimo cero, por lo que los diabéticos lo pueden tomar. Yo siempre llevo en el bolso una botellita con cuentagotas en el bolso, para los cafés que tomo fuera de casa. Se encuentra en herbolarios y en las ecotiendas.

Fructosa
Pura química, sin más. Cierto que no añade glucosa a la sangre pero yo solo la veo para postres de diabéticos y aun así, mejor moderar su consumo. A más químico, menos nutrientes asimilables por el cuerpo humano. Escalofríos...

Endulzantes de índice glucémico medio

Sirope de yacón
Muy sano, se extrae también de una planta aunque tiene un pero: encontrarlo es una odisea. Solo decir que yo todavía no lo he podido catar.

Azúcar de coco
El que uso en casa para café, yogures e infusiones. Sabe bien, es sano y se extrae del coco. ¿A qué parece raro? Es difícil de encontrar pero en Madrid lo he encontrado en la ecotienda La canela.

Melaza
Ya no se trata de endulzar bebidas, el uso va más allá porque las melazas se obtienen de la cocción lenta de cereales, arroz, cebada, etc por lo que aportan sabores característicos. Rica en minerales pero también en químicos de la obtención del azúcar. Personalmente me cuesta encontrar usos para este alimento.

Sirope de arce
Muy conocido por la famosa dieta (más bien ayuno que confieso haber hecho hace años) del sirope de arce. En ella se usa por su alto contenido en minerales. Sabor demasiado potente a mi gusto y tampoco es muy natural por los métodos de extracción (para obtener un jarabe hacen falta 40 litros de savia...).

Jarabe de manzana
Otro sirope, este proviene del zumo de manzana evaporado.

Sirope de ágave
No, no es tequila aunque proviene de la misma planta. El problema es que el proceso de obtención no es muy natural. Yo lo uso en postres, como el brownie crudivegano.

Endulzantes de índice glucémico alto

Miel
Empiezo por el más natural. Tiene menos minerales que el azúcar integral de caña pero aporta ácido fórmico por lo que es broncodilatador y antiséptico. Fantástico remedio natural, sobre todo en invierno.

Azúcar integral de caña (o Panela)
¡Atención! ¡No confundir con el azúcar moreno! Luego explico la diferencia. Azúcar integral de caña se encuentra de dos tipos: el que es como arenilla y el que aparece cristalizado (más aspecto de azúcar convencional).
El que es como arenilla se obtiene por liofilización, un proceso de congelación que conserva los minerales y las vitaminas de la caña de azúcar. Esto es bueno bueno. Sin embargo la cristalizada se obtiene por calentamiento, de ahí su aspecto cristalizado. Por ese calentamiento pierde los nutrientes.
Conclusión: la que tiene aspecto de arenilla es mejor. Yo la uso en repostería.

Azúcar moreno
No, no es lo mismo que el anterior. Más barato sí, pero es sencillamente azúcar mezclado con melazas. Mejor que el azúcar blanco pero menos de lo que se piensa.

Azúcar blanco
Es azúcar de caña refinado: otra vez pura química. Además solo le veo consecuencias negativas: hiperglucemia, desmineralización, dibetes, estreñimiento, problemas inflamatorios, alteraciones emocionales... vamos, que paso de este.

No sé si he aclarado algo, si he aportado algo nuevo o si he liado más la idea de los endulzantes.
En mi caso lo que uso es:
  • Stevia para tomar fuera de casa.
  • Azúcar de coco en casa.
  • Sirope de ágave y azúcar integral de caña (como arenilla) en cocina, sobre todo repostería.

Y pensar que hace medio año usaba el azúcar blanco y el azúcar moreno sin pensarlo...

¡Buen provecho!

 

martes, 27 de noviembre de 2012

Sopa de espárragos y almendras... con huevo escalfado



Este es el título como receta casera, si se sirviera en un restaurante de cierta categoría se llamaría "Sopa templada de espárragos verdes, cebolla dulce y almendras con huevo de gallina escalfado y sal de jamón". Pero si pongo ese título, ya no necesito explicar nada, vaya la gracia ¿no? Bueno, algo sí que se puede explicar, por sencilla que sea, toda receta tiene su proceso.

Esta sopa iba a ser una crema en un principio. Sin embargo, quedó más líquida de lo esperado, que no menos buena... digo yo, porque no la he probado más espesa pero así está muy rica.
Espesa estoy yo, qué rollo estoy echando. Mejor voy a lo que he venido.

1 manojo de espárragos verdes (unos 300 o 350 grs.)
1/2 cebolla dulce
2 dientes de ajo (1 si es grande)
20 grs. de almendras crudas (no hace falta que sean peladas... sí sin cáscara)
1 rebanada de pan
750 ml. de agua
Aceite de oliva
Pimienta negra
Sal

En una olla se calienta el agua y, sin llegar a hervir y con el fuego medio, se echan los espárragos lavados y cortados en tres trozos cada uno. 15 minutos de cocción durante los cuales se pelan la cebolla y el ajo y se pochan con un chorrito de aceite durante diez minutos a fuego bajo.
Se sacan de la sartén la cual se aprovecha para tostar un poco el pan, vuelta y vuelta. Y aprovechando la sartén, otro poco de aceite y se tuestan las almendras un poco por cada lado.
En una batidora/picadora/thermomix se trituran estos tres ingredientes con dos cucharones de agua de la cocción de los espárragos. No hace falta que quede triturado del todo, tiene más gracia si se reconoce la almendra.
Por otro lado se trituran los espárragos con el agua que queda de la cocción. Se juntan las dos mezclas en la olla, se añade sal y pimienta negra y se deja a fuego bajo. De esta manera se mantiene caliente mientras se prepara el huevo escalfado.

Para emplatar, simplemente se sirve la sopa, se deja el huevo en el centro y se esparce sal de jamón por encima.
Plato calentito ante el frío que se avecina.

¡Buen provecho!

 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Calabacín ruso: otras pseudohamburguesas



Esta semana prometí no tardar en hacer un plato con carne o pescado. El problema es que el tiempo se me echa encima y no tengo tiempo de ir al mercado. ¡Con lo que a mí me gusta! Lo que más, la pescadería un sábado a primera hora, entre abuelos con su arte, para mi grandes maestros de vocabulario de mercado. Yo quedo como una novatilla cuando me toca la vez.

Volviendo a la receta que nos ocupa, y como no voy a poder cumplir con lo apalabrado, intento compensarlo con hamburguesas vegetales... (aunque en esta casa consideramos que una hamburguesa tiene que ser de carne para llamarse así)
Fue fácil dar nombre a las hamburguesas de lentejas, pero esta vez he tenido que tirar de comodín marital para dar nombre a las pseudohamburguesas de calabacín: calabacín ruso. ¿Tengo que decir que está buenísima? Es que si no lo estuviera, no me molestaría en publicarla :)
Vamos a ello.
1 calabacín grande
1 cebolla pequeña (o media grande)
3 cucharadas soperas (bien llenas) de pan rallado
3 cucharadas soperas de harina
Mas harina para rebozar
1 huevo
50 grs. de queso parmesano rallado
Orégano
Sal
Aceite 

Se pelan calabacín y cebolla y se pican. No se trituran, solo se pasan por la picadora para que queden a trocitos. En un colador grande, se echa la picada y se va removiendo con una pala de madera. De esta manera se va echando el líquido. Cuando de esta manera no salga más, se deja escurrir en el colador entre una y dos horas.
El objetivo es que la masa esté más seca... aunque es posible que por temperatura ambiente, humedad o madurez y calidad de los vegetales, no se consiga perder toda el agua. Así que a criterio de cada cual cuanto tiempo dejarlo escurrir.

Pasado este tiempo, en un bol se mezcla esta masa con el pan rallado, el huevo, el queso, una pizca de sal y orégano al gusto. Generosidad con el orégano, sin miedo. Y aquí es cuando se añaden las cucharadas de harina pero una a una, puesto que si ha quedado la masa seca desde el principio, no hace falta usarlas todas.
En un plato se echa más harina para rebozar. El tamaño de las pseudohamburguesas también va a gustos. Se echan en una sartén con abundante aceite bien caliente y se hacen por los dos lados con el fuego medio, para que se hagan bien por dentro pero queden tostadas por fuera.

Bien fácil aunque admito que una se pringa bastante durante el rebozado si la masa no está bien seca. También puede ser la falta de práctica.

A este ritmo voy a tener que cambiar el nombre del blog ¿Alrededor de los vegetales? Mejor no porque en cuanto tenga la oportunidad, algún bichillo delicioso se colará por aquí. De momento...

¡Buen provecho!

 

martes, 20 de noviembre de 2012

Best Blog Award



Martes 13 no siempre significa mala suerte: el último a mi me llegó el premio Best Blog Award desde Pompas de ideas. No puedo expresar la ilusión que me hizo esto, no daba crédito ¡alguien había visitado mi blog y había pensado que había que darle un merecido empujón! Al menos así lo veo yo, es una manera de premiar blogs que agradan pero no tienen muchos seguidores (o no reconocidos).

Sin embargo este premio no viene exento de trabajo para el premiado: se tienen que contestar las preguntas del cuestionario al tiempo que se premian otros 20 blogs con menos de 200 seguidores. Ha sido difícil y como no hay más instrucciones, lo he hecho según mi criterio.

Qué emoción, tendría que poner la musiquita de repicar de tambores... And the winner are...


Y ahora contesto a las preguntas que también tendrán que contestar los ganadores a su vez ;) 

¿Qué te gusta más cocinar: postres o platos de cuchara?
Depende: los postres me gustan cuando son para obsequiar pero para casa, platos de cuchara

¿Qué es lo más importante para ti en una persona: la personalidad o el físico?
La personalidad ¿alguien ha contestado el físico? Por favor que le quiten el premio :) 

¿Desde cuándo empezaste con el blog o la página?
En diciembre de 2011 aunque hasta enero no me puse las pilas 

¿Quién fué la persona que te inspiró para empezar en este mundo?
Fue una conjunción de cosas: volver a cocinar con asiduidad, el tener una afición para los días en que no se quiere salir de casa, por una amiga y por apartar mi mente de lo cotidiano 

¿Sueles seguir muchos blogs o te llegan los seguidores por otras personas que te han conocido?
Hasta hace poco solo seguía blogs pero desde hace unas semanas, ha habido un cambio: la magia de internet, en cuanto te subes al tren, todo es en cadena 

¿Qué te gusta más: cocinar o que te cocinen?
En casa me gusta mucho cocinar pero también me apasiona sentarme ante platos de buenos cocineros, sean o no profesionales 

¿Comes en casa o en el trabajo?
En ambos pero casi siempre llevo la comida de casa  

¿Sueles hacer recetas de verduras?
Cada vez más 

¿Cuál es tu mejor receta?
El all i oli, todavía no se me ha cortado nunca y lo hago a mano y con mucho amor 

¿Qué es lo que pides a una persona para que sea tu amiga?
Nada, si no no sería amistad 

¿Cuál es la mejor película que has visto?
Seguro que no es la mejor que he visto pero sí la que veo cada vez que echan o que estoy de bajón: Love actually (lo sé, es ñoña...)

Ains, espero que os emocione tanto como a mí cuando lo recibí. 

¡Enhorabuena a los premiados! Y...
¡Buen provecho!
 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Pimientos verdes rellenos gratinados


Parecieran pescadillas al horno

El fin de semana que viene tengo el primer exámen. Hace doce años que no sé lo que es eso: tener que estudiar y examinarme de una asignatura. Pensé que me iba a resultar más difícil pero no ha sido así. Sin embargo, la inversión de tiempo es grande así que tengo que quitárselo a otras actividades como la cocina.

Reviso las verduras que he comprado esta semana y no entiendo nada ¿en qué estaba pensando? En lo que iba a cocinar seguro que no. Tres pimientos verdes destacan entre el resto, mas que nada porque casi nunca los compro, tengo preferencia por los rojos.
¿Y cómo los hago? ¿Fritos, a la plancha, al horno...? Y yo que sé pero tiene que ser algo que no me lleve mucho tiempo. ¿Y si los relleno? No hay carne en casa... pues a rellenar de verduras.

Vale, la idea era simple: pimientos verdes rellenos de verduras al horno. Y para mi, ultimamente, meter en el horno significa queso gratinado. Esta última parte la dejo como opcional aunque a mí me encanta el queso crujiente por encima.

3 pimientos verdes alargados (se llamen como quiera que se llamen)
1 pimiento rojo mediano
1 cebolla 
10 champiñones grandes
Queso parmesano
Aceite de oliva
Sal
Tomillo

En una sartén con un chorrito de aceite ya caliente, a fuego bajo, se pocha la cebolla picada. Se lava y pica también el pimiento rojo y se echa en la misma sartén. Se tapa y se deja 20 minutos.

Por otra parte, se quita la parte de arriba de los pimientos verdes para que queden como bolsas, se lavan por fuera y por dentro, se escurren y se ponen sobre papel vegetal en la bandeja del horno. Se meten en el horno precalentado a 200º. Con 15 minutos es suficiente. Se sacan y se dejan enfriar.

A la cebolla y al pimiento rojo que están al fuego se les añaden los champiñones lavados y fileteados. Un poco de sal y un mucho de tomillo, se remueve, se tapa y se deja otros diez minutos y se aparta del fuego.

Cuando los pimientos verdes estén fríos, se rellenan con las verduras con la ayuda de una cucharita, empujando hacia abajo con cuidado para no romperlos. Se cierran con un palillo y se ponen en un recipiente de vidrio para el horno.


Aquí hago un paréntesis para comentar que, a medida voy rellenando cada pimiento, le quito la fina piel exterior. Es muy fácil porque con el calor del horno se despega y queda como papel film.

Volviendo a los pimientos ya rellenos, es posible que sobre parte del relleno: basta con repartirlo en el recipiente entre los pimientos. Se ralla una buena cantidad de queso por encima y al horno. Esta vez se precalienta pero cuando se meten los pimientos en el horno tiene que ser en modo grill puesto que no solo se quiere calentar, si no tambén gratinar.
10 minutos y ya están listos... a no ser que se quiera churruscado como el de la foto, que parece que se ha pasado de rosca pero no, riquísimo: solo hay que añadir 5 minutos más de gratinado.

Parece que son muchas tareas pero en realidad hay mucho pochado y horneado y poco trabajo. Prometo hacer algo de carne o pescado en breve, pero pensar se me está haciendo difícil este fin de semana...

¡Buen provecho!

 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Semillas de cáñamo: beneficios de su uso alimentario



Seguro que a más de uno le sorprende saber que las semillas de cáñamo se usan como alimento. Pues sí, al igual que tenemos semillas de lino, de sésamo o de chía, disponemos de las semillas de cáñamo.
Vamos por partes, de forma ordenada y muy resumida.

La semilla de cáñamo es rica en:
proteinas vegetales 
ácidos grasos esenciales: los famosos omegas 3 y 6, básicos en la alimentación y no porque lo digan los anuncios 
vitaminas A, B (no todas de este grupo), C, D y E 
minerales: calcio, fósforo, magnesio y hierro
alta dosis de fibra

¿Qué significa esto? Pues que tienen grandes beneficios:

buen complemento en dietas vegetarianas  
antiinflamatorio natural  
antioxidante: recomendable en casos de enfermedades degenerativas y fortalece el sistema inmunológico 
no contienen gluten  
ayudan a equilibrar los denominados colesterol bueno y colesterol malo 
por todos los nutrientes que tienen, gran aliado contra la anemia 
contra fatiga y cansancio físico y mental 
equilibra en caso de pieles grasas o secas y mejora el estado de piel, cabello y músculos
ayuda a depurar el cuerpo de toxinas y relaja los casos de estreñimiento  
más digestivas que otras semillas como las de soja  


¿Cómo se consume?

Pues hasta donde yo sé "oficialmente", en aceite o en semillas. Siempre son mejores las semillas puesto que han sufrido menos tratamientos y, por tanto, mantienen más nutrientes. Y por si fuera poco, saben bien. Se puede tomar un puñadito sin poner caras raras.
Yo he cogido gusto a tomarlas con el yogur, una delicia a media mañana.

Así que si después de esto os apetece probar las semillas de cáñamo, es posible que en grandes herbolarios o ecotiendas encontréis. He mirado en varias de Madrid y solo he encontrado en La canela.
Espero que, si os animáis, me digáis como las tomáis.

¡Buen provecho!

jueves, 15 de noviembre de 2012

Espinacas con parmesano y sal de jamón



Toca receta sana tras el empacho de brownies en busca del brownie perfecto. Sin embargo esta no es para vegetarianos puesto que se vuelve a usar mi queridísima sal de jamón. Sigo encontrándole usos: hoy se la he echado al brócoli hervido y con un poco de aceite ¡menudo cambio!
Hoy seré breve porque este plato tampoco tiene mucho misterio pero siempre viene bien alguna idea nueva, por sencilla que sea.

300 grs. de espinacas frescas
Queso parmesano
Sal de jamón
Aceite de oliva

En una sartén se echa un chorrito de aceite. Una vez caliente y con el fuego medio bajo, se echan las espinacas y se tapa. Cada cinco minutos se remueven las espinacas. A los 15 minutos se ralla el queso por encima. ¿Cuánto? Pues al gusto, a mi me gusta con muuuucho queso. Se remueve un poco durante un minuto y se aparta del fuego.
Se emplata y se echa sal de jamón por encima. También al gusto... ¡yo le echo mucha!

Una receta que no llamaría tonta porque está buena, pero tan sencilla que casi da vergüenza explicarla. Pero ya que la tenemos...

¡Buen provecho!

 

domingo, 11 de noviembre de 2012

Brownie crudivegano sin horno, sin microondas, sin harina... e increiblemente bueno



- ¿Increiblemente bueno?
- Sí, increiblemente bueno.
- ¿Sin horno ni microondas?
- Así es.
- Seguro que no está bueno, los crudiveganos comen raro
- ¿Lo has probado? ¿No? Lo que te pierdes y encima no te doy por meterte con él...

Así que quien quiera probarlo en mi casa, tendrá que cuidar las palabras. Y quien no, solo tiene que seguir la receta. Además, hoy es un día muy apropiado: el autoproclamado día mundial del brownie. Autoproclamado por El monstruo de las galletas, lo cual para mi ya es más que suficiente :) Es más, por mi cada día sería el día del brownie...

Desde que estudio naturopatía mi dieta ha ido cambiando poco a poco. No dejo de comer carnes, pescados o dulces, pero de otra manera. Y gran descubrimiento el de las cocinas vegetariana y crudivegana. ¿Quién me iba a decir que un brownie podía hacerse sin encender el horno y sin usar harina? Después de esto pienso que todo es posible. Es sano y además sabe mucho a nueces y cacao. Riquísimo.
Vamos allá.

50 grs. de cacao en polvo desgrasado
50 ml de sirope de ágave (en herbolarios o ecotiendas)
50 ml de zumo de naranja
5 dátiles
220 grs. de nueces peladas
1 pizquita de sal

Antes de nada, se ponen los dátiles en remojo mientras se preparan los demás ingredientes y los "cacharros" a usar. Este agua no se usa en la receta, solo los dátiles remojados.

Si se hace en thermomix, basta con meter todos los ingredientes en el vaso y ponerlo al 7 durante 5 segundos.
Si se hace a mano, primero hay que triturar los dátiles y luego añadir las nueces y triturarlas un poco, solo un poco para que queden trozos reconocibles. Se echan en un bol con el resto de ingredientes y se remueven bien hasta que queden integrados.

En una bandeja de vidrio profunda, de las que se usan para el horno, se pone el papel vegetal de hornear, se echa toda la masa encima y se envuelve con el resto del papel. Al envolver se va trabajando con las manos hasta darle altura y forma deseada. Tal cual, tapado como un paquete y en el recipiente, se mete en la nevera y se deja al menos dos horas. Pero tras varias pruebas, he de decir que es mucho mejor si se hace de un día para otro.

Et voilà, ya tenemos un brownie crudivegano exquisito.

¡Buen provecho!... y feliz día del brownie ;)

 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Crema de ensaladilla rusa vegetal: dos por el precio de una


A la rica crema calentita para estos días fríos...
Hoy soy breve. No por tener prisa si no porque esta receta es tan evidente... Me encanta la ensaladilla rusa pero no siempre la tomo con atún aunque siempre fría, está buenísima en verano. ¿Y en invierno? Con el frío apetecen sopas y cremas calientes y aquí podemos tener las dos cosas.
Por una parte se hace una crema con las verduras y por otro se utiliza el agua restante de la cocción para hacer una sopa. Práctico ¿no?
Para dos personas usamos:
300 grs. de judías verdes
1 patata
2 zanahorias
1 cebolla
Aceite de oliva
Agua
Sal
Pimienta blanca (o negra si gusta el sabor más fuerte)

Se pelan las zanahorias, la patata y la cebolla, se lavan las judías y todo se corta a trozos. No hace falta que sean pequeños puesto que luego se trituran. En una olla con tres cuartos de agua se echan todas las verduras con sal, un chorro de aceite y un poco de pimienta. Si se usa pimienta negra hay que tener cuidado, acentúa mucho los sabores, incluido el de la propia pimienta.
Se tapa la olla y se deja cocer a fuego medio bajo durante media hora. Pasado ese tiempo, se aparta del fuego y se separan las verduras del agua, guardando esta para utilizarla en sopa.
Por otro lado se trituran las verduras con dos cucharones de agua de la cocción. Tienen que triturarse hasta que quede una crema homogenea.

Y tan sencillo como esto. A partir de aquí, todo imaginación puesto que se puede agregar huevo duro picado por encima o ¡la famosa sal de jamón! (no lo puedo evitar). Receta fácil y muy práctica para este frío.

¡Buen provecho!

 

domingo, 4 de noviembre de 2012

Champiñones rellenos de cebolla y... champiñón



Esta es una de las recetas que he aprendido de mi madre este fin de semana. Estos padres se están volviendo unos investigadores culinarios que ya quisiera Ferrán Adrià a su lado. Eso sí, quien diga que vegetariano significa ligero, que venga: puedo demostrar que se puede empachar una a base de vegetales.

Se trata de una receta sencilla pero deliciosa, muy sabrosa: champiñones rellenos de cebolla y champiñón. Aunque la que aquí muestro es la receta totalmente vegetariana, se puede añadir un poco de sal de jamón por encima. Ya lo sé, me ha dado fuerte con esta sal, me la imagino en cualquier receta...

¿Qué necesitamos para la de hoy?
12 champiñones grandes 
1 cebolla grande
1 poquito de guindilla
Aceite de oliva
Sal

Se lavan los champiñones y se separan cada tronco del "sombrerito" (así lo llamo yo) con cuidado de no romper este último. Se pica la cebolla bien pequeña y se pocha en la sartén con un chorrito escaso de aceite. Tres minutos y se agregan los tronquitos de los champiñones picados, la pizquita de guindilla bien picada y un poco de sal. Cuidado con la guindilla... Se deja pochar todo a fuego lento durante 10 minutos.
Mientras tanto en otra sartén a fuego medio y con muy poco aceite, se hacen los sombreritos de los champiñones, tan solo tres o cuatro minutos por cada lado.

Se dejan en un plato con el hueco hacia arriba (lógico) y se rellenan con la mezcla de champiñón y cebolla.

¿Que qué más? Ya está, nada más... por el momento. En próximos días más recetas aprendidas estos días en la casa familiar :)

¡Buen provecho!

 

martes, 30 de octubre de 2012

Pizza SIN levadura y vegetal... hasta que llega la sal de jamón



Mentiría si dijera que esta pizza es 100% vegetal pero si se prueba la sal de jamón, se quiere echar en todo plato que se prepare. A ver si ahora que me he desintoxicado de cafeina y teina, voy a tener que desintoxicarme de sal de jamón...
El fin de semana tenía antojo de pizza así que decidí que nada mejor que pizza casera. Se puede decir que salió casi perfecta pero ya sé en qué fallé, en la cocción de la masa. Luego lo arreglé pero tranquilidad, a continuación lo explico para que no pase lo mismo que a mi.
¿Masa sin levadura? Sí, la mayoría echa levadura pero no tiene gracia ser como la mayoría.
Bueno, manos a la obra porque la receta de hoy es sencilla pero larga...

Para la masa de la pizza (para dos):
200 grs. de harina integral de trigo
120 ml. de agua tibia
1 cucharadita de sal
3 cucharadas soperas de aceite de oliva
Resto de ingredientes:
1 diente de ajo
Albahaca seca o fresca
Aceite de oliva
Espinacas crudas
1 tomate no muy maduro
1 bola de mozzarella
1 puñado de piñones sin tostar

Si se tiene thermomix o similar, la masa es muy sencilla de hacer. Si no, en un bol para no hacer gran estropicio, se hace un volcán con la harina y la sal y en el medio se echa el agua y el aceite. Se va integrando poco a poco hasta que queda la masa homogenea.
Tanto si se amasa con máquina como se se hace a mano, el último amasado se tiene que hacer a mano sobre la encimera, siempre usando mucha harina para evitar acabar con la masa pegada por todas partes. Cuando ya no se pegue, con un rodillo se extiende hasta que quede de un grosor de unos dos milímetros.
Se deja encima de papel vegetal (de hornear) sobre la bandeja de horno. Se mete en el horno unos cinco minutos a 220º. Lo sacamos, bajamos el horno a 50º para mantenerlo caliente y ya podemos cubrir la masa.

Para empezar, en un mortero se pica y aplasta el diente de ajo con un poco de aceite y albahaca. Con un pincel se unta la masa con esta mezcla.
Se cubre la masa con hojas de espinaca siendo generosos. Por encima las rodajas de tomate y la mozzarella también en rodajas. Todo esto se rocía con una salsa "pesto" rápida: en el mismo mortero se aplastan unos piñones junto con aceite y albahaca.
Para terminar se echa sal de jamón: con esto no hace falta añadir sal y cuando se muerde y encuentra el sabor del jamón... mmm...


Se mete la pizza en el horno a 200º, en la parte baja para que la masa se haga más. Ahí se deja 15 minutos tras los cuales se sube la bandeja a la mitad del horno otros 10 minutos.
Y ya tenemos la pizza.

Ni que decir que los cinco minutos de horneado de la masa sola se tienen que aprovechar para cortar los ingredientes y preparar los aceites.
Por supuesto, vegetarianos y veganos pueden evitar la sal de jamón y echar simplemente sal si se quiere.

¡Buen provecho!

 

domingo, 28 de octubre de 2012

Sal de jamón casera

El otro día vi una receta en la que se usaba sal de jamón para salar al tiempo que decorar. Se me ocurren muchos platos en los cuales incluir este ingrediente pero ¿lo puedo preparar en casa?
Ya sabemos que muchas de estas cosas solo se venden en tiendas gourmet y a precios de risa, pero no por bajos. Así que empecé a indagar y encontré varias maneras de prepararla.
En casi todas se incluye jamón y sal pero me parece demasiado. Si el jamón ya es salado ¿para qué añadir más sal? No es cuestión de invitar a la señora hipertensión a vivir con nosotros.

Con 200 gramos de jamón serrano se tiene para unas cuantas veces. No es necesario que sea un buen jamón puesto que lo vamos a deshidratar. Se puede hacer tanto en microondas como en horno, al final se tarda más o menos lo mismo.

Para hacerla en el horno:
Se cubre la bandeja con papel vegetal, se reparten las lonchas de jamón sin superponerlas, se tapan con otra hoja de papel vegetal y se pone un peso encima, por ejemplo uno o dos recipientes aptos para horno. A 200º durante 15 minutos.

Para hacerla en el microondas:
En un plato llano se pone el papel vegetal, se ponen las lonchas que quepan sobre el plato sin superponerlas y se cubren con la mitad de papel vegetal sobrante. Se pone otro plato encima para presionar el jamón. A máxima potencia durante 3 minutos.

El papel vegetal se puede reutilizar si se quiere seguir haciendo más sal de jamón.
En ambos casos se separa el jamón del papel y se deja enfriar 1 minuto, tras el cual estará duro y muy crujiente. Se echa en un mortero y se tritura hasta que quede como las escamas de sal.

Se puede conservar durante un tiempo en un recipiente cerrado y, a poder ser, de cristal. Creo que combina perfectamente con verduras tal como mostraré proximamente...

¡Buen provecho!

 

Lo que cocino es fácil de hacer...



Y así lo quiero mostrar en esta entrada. Porque mi principal objetivo es conseguir que los novatos o poco dados a la cocina pierdan el temor a los pucheros. ¿Qué plato de los que he mostrado por aquí es complicado? Ninguno porque si no no creo que yo fuera capaz de hacerlo...

La muestra es de esta misma noche, Marta ha hecho el revuelto gratinado de berenjena y cebolla y me ha enviado la foto que comparto aquí. ¿Que si Marta es una super cocinera? Por lo que relata no lo creo. Es una super mujer pero creo que no super cocinera, en algo tenía que fallar... pero hasta eso está cambiando.

¡Ánimo, Marta! Y...

¡Buen provecho!

 

viernes, 26 de octubre de 2012

Modesto carpaccio de calabacín y parmesano con... si sigo pongo toda la receta



Crema de calabacín, eso iba a hacer para cenar. El problema es que se quieren hacer demasiadas cosas en un solo día y, al final, se tiene que improvisar. Bueno, no ha sido tanto como improvisar pero ayer no pude dejarla preparada así que hoy tuve que pensar qué hacer con los calabacines. Tan fácil como un carpaccio.
Y cual es mi sorpresa cuando veo que Xavi, el gran chef de Xavier260 también había hecho carpaccio vegetal. ¡Qué bajón! Si vierais la foto lo entenderíais: en lugar de queso parmesano iba acompañado por una espuma de queso de cabra. Si es que así no se puede una deleitar con lo que hace en la cocina... Pero como le tengo mucho cariño, me encanta ver esas obras de arte que hace y espero algún día poder catar un extenso menú degustación en su restaurante... en Brasil.
Mientras tanto aquí queda mi modesto carpaccio.

2 calabacines medianos
Queso parmesano
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 cucharadita de mostaza con miel

Primero preparamos la vinagreta. Solo se tienen que mezclar el aceite y la mostaza. He utilizado una mostaza a la miel exquisita que nos regalaron hace un tiempo. Lo más común es tener mostaza normal así que se puede usar una cucharadita de mostaza normal y media cucharadita de miel.
Con un pelador de patatas, a falta de mandolina, se van fileteando los calabacines. Yo los fileteo hasta que llego a las semillas, por todos los lados, hasta que me quedo solo con la parte central en la mano. Eso lo guardo para otro plato...
En un plato se reparte una base de tiras de calabacín. Con una brocha o pincel de cocina, se pinta generosamente esa base con la vinagreta. Se cubre con otra capa de calabacín y se vuelve a pintar. Así hasta haber repartido toda la verdura en el plato.
Con el mismo pelador de patatas se hacen virutas de queso parmesano y se reparten sobre el carpaccio.

¿Qué más? Nada, ya está, el carpaccio está listo para comer.

¡Buen provecho!

 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Revuelto gratinado de berenjena y cebolla



Nunca pensé que un plato tan sencillo pudiera dar tanto juego. La foto de cabecera de esta entrada ha causado mucha intriga en el intento de adivinar qué se escondía debajo del gratinado. Ha sido muy entretenido. Misterio desvelado: revuelto de berenjena y cebolla.
Sencillísimo, "casi" sano y delicioso. Podría haberlo dejado en revuelto de verduras pero no pasa nada por añadir unas calorías lacteas a cambio de un sabor más bueno si cabe.
Vamos a por el revuelto.

 
1 berenjena
1/2 cebolla (si es grande, si no, una entera)
3 huevos
Queso parmesano
Aceite de oliva
Sal

En una sartén con un chorro de aceite ya caliente, se echa la cebolla picada, no hace falta triturarla, con picarla con el cuchillo es suficiente. Se pocha a fuego medio. Cinco minutos y se añade la berenjena pelada y cortada en dados de mas o menos un centímetro de lado. Un poco de sal, otro chorrito de aceite, se remueve, se tapa y a fuego medio unos 15 minutos más.
Se baten los huevos y se echan en la sartén, se sube el fuego y mientras se va haciendo, se va removiendo. Con cinco minutos es más que suficiente.
Se aparta del fuego y se deja enfriar cinco minutos tras los cuales se reparte en el fondo de un recipiente apto para el horno.


Se echa abundante queso parmesano rallado por encima y se mete en el horno en modo grill. Eso sí, antes se habrá calentado el horno para que el plato esté caliente al sacarlo. Se gratina hasta que esté el queso tostado, eso son de 10 a 15 minutos, dependiendo de la potencia del horno.

Y aquí está el misterio resuelto.
Ahora voy a degustar el experimento brownie que he hecho para el Día mundial del brownie jeje

¡Buen provecho!

 

domingo, 21 de octubre de 2012

Patatas a lo pobre con pimiento, es lo que tiene la crisis



Son tiempos duros y la economía aprieta así que toca recurrir a platos sin mucha floritura. Bueno, no es ese el motivo de hacer esta receta, realmente es por lo rica que está con lo fácil que es. Con las patatas a lo pobre pasa algo parecido al fenómeno del gazpacho: con lo simple que es se pueden encontrar cientos de versiones. Pero siempre es la misma base: patata y cebolla. Yo me quedo con la versión más simple y le añado pimiento rojo, que todavía no estamos en bancarrota.
2 patatas
1 cebolla
1/2 pimiento rojo
1 diente de ajo
2 cucharadas soperas de vinagre de xerez
Aceite de oliva
Sal

Las cantidades son para dos personas y dan justo para que la cazuela no esté tan apretada como el metro en hora punta.
En una cazuela de barro se echa un chorrito de aceite y, cuando esté caliente y con fuego medio, se echa la cebolla en juliana. Se deja pochar tres minutos y se añade el pimiento rojo cortado en tiras y una pizca de sal. Se deja cinco minutos más pochando.


Las patatas se lavan, pelan y cortan en rodajas de, como mucho, un centímetro de grosor. Se remueve el contenido de la cazuela y se cubre con las patatas. Se salan y añade un chorrito de aceite.


Se dejan tapadas y con el fuego bajo durante media hora. Mientras tanto, se pica el ajo y se deja macerar con el vinagre. Pasada la media hora, se remueve el contenido de la cazuela, si están duras se parten para que terminen de hacerse, y se les echa el vinagre con el ajo. Se remueve y se dejan otros 10 minutos al fuego tapadas.
Y ya tenemos unas patatas a lo pobre... con pimiento. Solas o como guarnición son estupendas. Qué digo, estupendísimas.

¡Buen provecho!

 

viernes, 19 de octubre de 2012

Potaje "rápido" de lentejas, judías verdes y... ¡chorizo del pueblo!



Ya no hay vuelta atrás, ha llegado el frío. Y con él toca sacar el nórdico, las chaquetas y, como no, la cazuela de barro. Es que en verano poco uso le doy pero en invierno es perfecta para hacer platos calientes, incluso de cuchara.
Yo paso de buenos propósitos de año nuevo, prefiero ir haciendolos cuando me nacen. Mi propósito para este invierno es hacer muchos más platos de cuchara, sobre todo cocidos y potajes.
Voy a empezar por uno muy fácil, para principiantes, un potaje de lentejas y judías verdes rápido aunque con truco. ¿Cuál? Ahora lo cuento...

300 grs. de judías verdes
400 grs. de lentejas pardinas
2 patatas
1 cebolla
1/2 pimiento rojo
1 diente de ajo
2 chorizos de pueblo 
Aceite de oliva
Sal
Pimentón dulce
Agua 

Truco 1: tener las judías cortadas y hervidas previamente, yo las dejo en un tupper en la nevera, se mantienen varios días sin problema.
Truco 2: tener las lentejas previamente cocidas, incluso las que venden de bote están estupendas.
Truco 3: tener la cebolla y el pimiento rojo cortados en juliana

En la cazuela de barro se echa un chorrito de aceite y, en cuanto esté caliente y con el fuego medio, se echa la cebolla, se pocha tres minutos y se añade el pimiento rojo y el ajo picado. Se pocha 10 minutos más.
Mientras tanto se pelan, lavan y cortan las patatas en trozos, sin importar la forma. Pasados los diez minutos se añaden las patatas, los chorizos partidos por la mitad y se cubre todo con agua y un chorrito más de aceite. Se echa la sal y la pimienta, se baja el fuego y se tapa.
Transcurridos 20 minutos se comprueba si las patatas están cocidas. De ser así, se añaden las judías y, de ser necesario, se añade más agua, depende de lo caldoso que se quiera. 5 minutos más tarde se echan las lentejas para que se calienten por lo que en 5 minutos más debería estar listo para servir.


Sencillo ¿verdad? Pues tengo que decir que está realmente muy bueno y requiere muy poco trabajo.
Al día siguiente fui la envidia del comedor con mi tupper con potaje humeante.

¡Buen provecho!

 

miércoles, 17 de octubre de 2012

Infusión contra el dolor de garganta y el catarro



Llega el frío y con él las campañas de vacunación contra la gripe. Quien me conoce que soy antivacunas si se pueden evitar y por eso hace muchos años que no voy a vacunarme. Y desde hace un tiempo también intento evitar los medicamentos.
¿Qué hacer cuando empiezan las molestias típicas del catarro? Antes de llegar a casa, comprar jengibre y limones. Nada de jengibre seco, raíz de jengibre.
¿Qué hace falta?
Raíz de jengibre
1/2 limón por persona
1 cucharada de postre de miel

Se llena un cazo de agua y se pone al fuego con jengibre rallado. Unos tres centímetros de raíz por  persona, mas o menos. Cuando esté a punto de hervir, se aparta del fuego y se sirve en tazas colándolo. Al menos yo lo cuelo para no encontrarme la raíz directamente pero eso va a gustos. Se añade el zumo de medio limón y una cucharada de miel.

El jengibre hace que la infusión pique un poco pero con la miel se suaviza. Aunque la recomiendo para catarros o principios de gripe, también se utiliza contra el dolor de cabeza o problemas digestivos.
Os deseo buena salud y...

¡Buen provecho!

 

domingo, 14 de octubre de 2012

Tallarines con foie y manzana



Hay foie en la nevera, se tiene que comer. Joooo pero me apetece pasta... Tan fácil como pensar en dos ingredientes y juntarlos. Luego los complementos y a sorprenderse.
El sabor es intenso aunque no lo parezca. Una se da cuenta en cuanto sale el aroma de la sartén en plena cocción. En la boca parece que se haya añadido un vino tipo Oporto pero nada de eso. No voy a andar con rodeos, hay platos que no lo necesitan, este en concreto es fantástico.
Pero vamos, como si yo dejara recetas que no estuvieran buenas...
 
Tallarines frescos
2 porciones de foie
1 manzana (no harinosa)
1/2 cebolla o 1 cebolleta 
Zumo de un limón 
1 cucharada de postre de azúcar moreno
Sal

Mientras hierve el agua con un poco de sal, en una sartén a fuego medio se echan tres trocitos de foie. Con trocitos me refiero a cuadraditos de 1 cm de lado, por ejemplo. Se dejan al fuego mientras se deshacen sin olvidar remover de vez en cuando. De esta manera sueltan la grasa y no hace falta ni aceite ni mantequilla.
Mientras tanto se pela y corta a trocitos la manzana. En cuanto el foie esté deshecho, se echa la manzana, una pizca de sal, la cucharada de azúcar y el zumo del limón, se remueve y se deja un minuto a fuego medio.
Se pela la cebolla y se pica bien pequeña y el foie se corta en trocitos... también. Añadimos la cebolla y el foie a la sartén y se deja hacer unos cinco minutos.
Se entiende que en cuanto el agua ha empezado a hervir se han echado los tallarines, hecho y escurrido. Así que transcurrido el tiempo indicado, se aparta la sartén del fuego y se mezcla bien el contenido con los tallarines.
Y ya tenemos un plato que parece complicado pero que no tiene nada de eso.

¡Buen provecho!

 

viernes, 12 de octubre de 2012

Gratinado de espinacas con queso de cabra: así lo verde sabe mejor



De pequeña lo verde no era lo mío. Y ya puestos, lo verde oscuro mucho menos. En esa tonalidad incluyo berzas y espinacas. Con los años algo cambia, disgustan menos sabores, o se aprecian los más intensos. No se puede decir que las espinacas tengan un sabor suave aunque también depende de como se cocinen. Ahora soy capaz de comerlas crudas o salteadas pero pudiendo variar...
Como me pasa con frecuencia, al abrir la nevera se disparan las alarmas como si de un búnker bajo amenaza se tratara... "¡Cuidado, peligro nuclear, las espinacas se estropearan en 24 horas!" o "¡Queso de cabra empezado hace varios días!". No siempre consigo salvarlos a todos pero cada vez pierdo menos víctimas inocentes de la compra impulso.
Esta vez la receta salvadora fueron espinacas con queso de cabra gratinado. Una salvación deliciosa.

300 grs. de espinacas frescas
1 diente de ajo
1 puñado de piñones
1/2 rulo pequeño de queso de cabra
Aceite de oliva
Sal

En una sartén caliente con un chorrito de aceite se dora el diente de ajo picado. Se añaden las espinacas lavadas y se baja el fuego. Se tapan y se dejan unos diez minutos... o hasta que estén hechas. Se pasan al escurridor, se salan y se remueven.
En la misma sartén, con otro chorrito de aceite y el fuego fuerte, se pueden tostar los piñones.
En un recipiente apto para el horno, se reparten las espinacas. Por encima se echan los piñones y seguidamente el queso de cabra cortado en rodajas de, como mínimo, un centímetro de grosor.
El horno se habrá precalentado a 200º. Se introduce el recipiente pasando el horno a modo grill. Se deja gratinar 10 minutos y ya está listo para servir.


Es un buen plato para dejar preparado con tiempo solo teniendo que hornear.

¡Buen provecho!

 

domingo, 7 de octubre de 2012

Tallarines con champiñones y queso de cabra




Hoy he salido de casa sabiendo lo que iba a hacer de comer: tallarines con champiñones y queso de cabra. Y nada me ha desviado de esa idea, a pesar de que he tenido mis dudas en clase de bioquímica porque justamente hemos estudiado los hidratos de carbono. El mal de las pastas refinadas... pero no se puede ser tan radical, al menos no en el segundo fin de semana de clases.
Adoro la pasta, me encanta, pero a lo mejor tengo que empezar a pensar en hacerla en casa e integral. El día que me decida a ello se hará público. De momento la pasta fresca no va a desaparecer de mi dieta.

Tallarines frescos (u otra pasta)
200 grs. de champiñones
1 diente de ajo 
Rulo de queso de cabra
Aceite de oliva
Tomillo seco
Sal

Mientras se deja el agua a hervir con sal y tomillo, se lavan y laminan los champiñones. En una sartén con un chorrito de aceite caliente se dora el diente de ajo picado y se añaden los champiñones. Se salan, se añade también tomillo y se dejan a fuego bajo y tapados.
En cuanto hierve el agua se añaden los tallarines.
Los champiñones en menos de 10 minutos están hechos pero si se tiene prisa, basta con subir el fuego. Se escurren y se dejan de nuevo en la sartén para que no se enfríen.
Se escurren los tallarines y se mezclan en la olla con los champiñones. Se echa aceite de oliva al gusto y se remueve bien.
Se sirven en los platos y encima se ponen tres o cuatro rodajas de queso de cabra. Ahí cada cual que mezcle y coma como mas le plazca.


Yo solo puedo decir...

¡Buen provecho!

 

martes, 2 de octubre de 2012

Melón con foie a la plancha, sin más



Así es, parece sofisticado hablar de foie, que no foie gras, pero no tiene por que asustar. ¡Socorro! ¿Qué hago con el foie? Pues comerlo, eso seguro. Riquísimo que está. Evidentemente su textura no es agradable a todos los paladares, por suerte el mío saliva en cuanto sabe que se acerca el momento de catarlo.
Y el melón... en trozos, en ensalada, en sopa fría, en gazpacho pero ¿caliente? Pues sí, a la plancha. ¿No se deshace? Eso me pregunté yo pero no, no se deshace a no ser que esté en un grado de maduración que ni permita cortarlo sin que queden los dedos marcados.
Pues vamos a ello.
2 trozos anchos de melón (por comensal)
1 trozo de foie (por comensal)
Mermelada de fresa, frambuesa, arándanos...

Tan simple como calentar una plancha o sartén de base plana y con el fuego fuerte, se echa el melón, se deja hacer unos dos o tres minutos y se le da la vuelta para repetir la operación. Tiene que quedar con aspecto caramelizado pero no en sentido crujiente. Se deja en el plato y se echa en la misma sartén el foie, vuelta y vuelta puesto que solo hay que marcarlo y al plato.
La mermelada es opcional pero si se tiene por casa, el sabor de fresa, frambuesa o arándanos le da un toque estupendo.

Lo que más me ha sorprendido de este plato es el melón caliente, ya le estoy dando vueltas a los platos en los que puede quedar estupendo.

¡Buen provecho!

 

domingo, 30 de septiembre de 2012

Pan de espinacas, cebolla y mozzarella



Si el otro día fallé en mi objetivo de hacer un pan de molde, esta vez he conseguido hacer un pan muy mullido, tirando a bizcocho. Un pan que se puede comer solo porque ya tiene sorpresa: espinacas, cebolla y mozzarella. Me he basado en la receta que dejó hace poco Curulina en su blog aunque variando alguna medida y cambiando algún ingrediente.
Y sin más dilación, aquí está la receta.

1 cebolla
2 dientes de ajo
60 grs. de espinacas
250 grs. de harina de fuerza
1 sobre de levadura seca
180 cc de leche
2 huevos
50 grs. de mozzarella fresca
40 cc. de aceite
Un chorro más de aceite 
10 grs. de sal
1 pedacito de mantequilla 

En una sartén ya caliente y con un poco de aceite se echa la cebolla en juliana. Se deja tapada y con el fuego bajo. Al cabo de diez minutos se agregan los dos dientes de ajo picados, se remueve un poco y se añaden las espinacas. Se tapa y se deja otros cinco minutos o hasta que las espinacas estén reducidas.
En esos cinco minutos (más o menos) se mezclan, por un lado la harina, la levadura y la sal, y por otro los huevos batidos, la leche y el aceite. Se junta todo y se remueve con una espátula hasta que quedan todos los ingredientes integrados. En ese tiempo las verduras acaban de hacerse, se sacan del fuego y se mezclan con la masa. Se remueve, se añade el queso muy troceado y se vuelve a remover hasta que esté la masa homogenea.
Se hunta con mantequilla un molde rectangular y alto y se echa la masa. Se hornea 40 minutos a 200º y se deja otros 5 minutos en el horno apagado. Se saca del horno y se deja enfriar.


Sencillo ¿verdad? Cero azúcar y cero mantequilla, porque la que sirve para huntar no cuenta... Así es fácil comer verduras.

¡Buen provecho!

 

jueves, 27 de septiembre de 2012

Arroz con verduras para unas prisas



Suena el despertador, se apuran los minutos y, desde que se ponen los pies en el suelo, todo son prisas hasta la noche. Y por la noche prepara la comida del día siguiente. Eso si no se tiene la suerte de comer en casa, en cuyo caso las prisas culinarias son a mediodía... Tanto estrés no puede ser bueno pero con ello habrá que vivir hasta que toquen los euromillones.
Para comer rico en esas circunstancias, hoy traigo una receta rápida, a lo sumo 20 minutos. Además esta receta lo tiene todo: fácil, rápida, buena y sencilla.
 
Arroz largo o arroz bashmati
Aceite
Sal
Tomillo seco
Vino blanco 
1 cebolla
1 pimiento rojo
1 berenjena
Y las verduras que se quieran...

El truco es tener el arroz hervido con antelación. Es lo fantástico del arroz.
Se pela y corta la cebolla en juliana (lo que viene siendo, para quien no lo sepa, en tiras alargadas y finas). Se echa en la sartén caliente con un chorrito de aceite y el fuego bajo. Mientras se va pochando, se lava y corta, también en juliana, el pimiento y se echa en la sartén. Lo mismo con la berenjena y las verduras que se quieran añadir.
Se tapa y deja pochar unos 10 minutos, tras los cuales se agrega un chorro de vino blanco, sal y tomillo, aunque otras especias, como el romero, pueden ir muy bien. Se remueve, se tapa y se deja otros cinco minutos antes de añadir el arroz, mezclar bien y emplatar.
Sí, emplatar, porque este plato ya está listo. Así de fácil.


Y siendo otoño y con las lluvias recién llegadas, apetece un plato así pero con setas... creo que no tardarán en aparecer boletus por aquí.

¡Buen provecho!