Cuando la homenajeada me preguntó por un vegetariano que conociera y que recomendara, no lo dudé. Cierto que en Madrid hay muchos pero no he tenido ocasión de visitar tantos. Por tanto las opciones se reducían a tres: el Artemisa, cuya relación calidad-precio-fama no me convence; la Isla del tesoro, lugar cuya decoración y experimentación no me convencen; y el Yerbabuena, lugar sencillo pero cuyos platos no defraudan.
La decoración es muy sencilla pero agradable, así como el personal, del cual solo cabría esperar algo más de conocimiento sobre los platos servidos para evitar algún percance, como que uno de los comensales descubra la inclusión de curry en su plato, cuando no estaba indicado en la carta. Por suerte solo le desagrada el curry y no tiene alergia...
Para empezar nos trajeron un pequeño aperitivo cortesía de la casa.
Compartimos, entre cinco, quesadillas y huevos rotos. La calidad de la materia prima es más que evidente.
Seguimos con los platos fuertes:
- Nachos
- Canelones/rollitos
- Crepes de espinacas
- Hamburguesa (aunque sin carne... es algo que desarrollaré el dia que hable de las "hamburtejas")
- Timbal de aguacate... y cuatro lineas más de descripción en la carta
Que no me digan que las verduras son ligeras porque después de este festival solo pude rematar con una infusión. Aunque hubo quien tuvo hueco para pedir tarta de chocolate que acabamos probando todos: exquisita.
Me gusta mucho la comida servida en este restaurante. De hecho, es de aquí de donde mis padres sacaron un plato que me encanta: el arroz con guacamole.
Pero como ya he comentado, no tengo mucha experiencia en vegetarianos así que agradezco cualquier recomendación de aficionados a los vegetales.
¡Buen provecho!
Un vegetariano nunca es mi primera opción, pero estaba todo muy bueno, lo que es mucho para cualquier restaurante. Lo recomiendo encarecidamente a hervívoros y ocasionales.
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