miércoles, 29 de febrero de 2012

Tarta de zanahoria y naranja

El domingo, para poner la guinda, me lancé a hacer una tarta. Me encantan las tartas de zanahoria al estilo inglés, esas gruesas y esponjosas. Pues esta nada que ver... esperaba que saliera más gruesa pero cosa del molde, así que la próxima vez doblo las cantidades. Eso sí, buenísima estaba.



- 125 gr. de zanahoria


- 100 gr. de almendras


- 1 naranja


- 2 huevos


- 100 gr. de azúcar moreno


- 2 cucharadas soperas de harina


- 1 sobre de levadura en polvo


- sal


Para empezar se muelen las almendras, se rallan las zanahorias y la piel de la naranja y se mezcla todo: es la mezcla 1. Como siempre, se mezcla en la picadora sin problema.
Por otra parte se separan las claras de las yemas. Se baten las yemas con la mitad del azúcar. Paciencia, hay que batir hasta que aumente el volumen. Se echa el zumo de la naranja, se bate bien y se junta con la mezcla 1: ya está la mezcla 2.
Ahora viene lo bueno: montar las claras. Para montarlas, lo primero es romperlas con un tenedor. Se echa una pizca de sal y, con unas varillas, a batir. Es lento y cansado pero resulta... aunque también se puede usar la batidora con varillas. Una vez montadas se mezclan con el resto del azúcar y se juntan con la mezcla 2. Se bate bien y se añade la harina y la levadura poco a poco.
Se echa la masa en el molde y al horno, previamente calentado. Entre 30 y 40 minutos a 160 grados y la tarta está lista.


Parece complicado pero nada de eso, solo se necesita tiempo.
¡Buen provecho!

lunes, 27 de febrero de 2012

Primera utilidad de la sal de vino: pimientos de padrón

Tan sencillo como unos pimientos de padrón. Solo hicieron falta unos pimientos, la sal experimental, aceite de oliva y un wok. Sí, un wok. Para mi una forma fácil de ahorrar aceite y de ahorrar tiempo en la cocina, ya que el wok se calienta mucho más rápido que una sartén normal.


Con la sal al vino se consigue un toque de color distinto y un sutil aroma a vino sin entorpocer el sabor de los pimientos. Habrá que seguir experimentando.

¡Buen provecho!

domingo, 26 de febrero de 2012

Pulpo a la gallega a presión


No diré que es "pulpo a feira" porque faltan los platos de madera, el caldero de cobre y el olor a ganado, pero es lo más parecido que podemos tener en casa. Muy fácil y más si se tiene una olla a presión (que el título de la receta no es porque el pulpo o la cocinera estén presionados...).


Ingredientes:

- pulpo

- aceite de oliva

- sal gorda

- pimentón dulce

Lo primero es que el pulpo pase por el congelador para que las fibras se rompan y no quede duro. Lo más sencillo es comprarlo ya congelado. Claro que bien difícil es conseguir pulpo que no haya pasado por congelador. No es necesario que sea gallego el pulpo, por si habían dudas, más bien es difícil que sea gallego...

Al tema. Se echa una taza de agua en la olla y se pone al fuego. Cuando está caliente, se echa el pulpo. No es necesario asustarlo puesto que ya se congeló pero es gracioso ver como se enroscan los rabillos. Se cierra la olla y se espera a que suba al segundo anillo (no sé como explicarlo con las ollas más antiguas... ¿cuándo empiece a salir el vapor?). A partir de ahí lo dejamos unos ocho minutos y lo apartamos del fuego. Lo dejamos hasta que bajan los anillos y queda sin vapor, de manera que se pueda abrir. Se escurre el pulpo y se corta en una bandeja. Se echa sal gorda, pimentón dulce y, por último, el aceite.


Se puede comer con pan pero a mi me gusta con patatas hervidas, llamadas cachelos si se tiene la suerte de conseguirlas gallegas.

¡Buen provecho!

sábado, 25 de febrero de 2012

Sal de vino hecha en casa

Ultimamente se han puesto de moda muchas "pijadas" en la cocina. La mayoría no aporta grandes cambios pero resulta simpático el toque que aporta a los platos. La semana pasada, buscando una receta, me encontré con la sal de vino casera. Y ¿no resulta más divertido prepararla en casa que comprarla?

Hay varias maneras de prepararla: al horno o con paciencia. La segunda es la opción que he puesto en práctica esta semana. Tiene su gracia, es como los experimentos de ciencias que hacíamos en el colegio. Solo se necesita sal y vino.

¿Qué tipo de sal? A poder ser sal maldon y, a falta de ella, sal gorda. Pero la primera queda mucho más bonita.

¿Qué tipo de vino? Tinto, por supuesto. A partir de ahí va a gustos.


En el fondo de un plato hondo se reparte la sal y se cubre con el vino. Se deja unos días "al aire" para que seque. Por la mañana y por la noche es necesario removerla. Y si se desea que el sabor sea más intenso, se va echando más vino con el paso de los días.

En cuanto al uso, habrá que ir experimentando.

¡Buen provecho!

viernes, 24 de febrero de 2012

Ensalada "picantona" de tomate, ventresca y guisantes

Cada día me salen los títulos más largos pero no por ello las recetas son más complicada. Este es uno de esos platos que te sorprende. Al menos a mí me ha sorprendido. Ensalada de tomate con ventresca preparo muchas veces, practicamente todo el mundo la ha probado. Esta variante solo se parece en que lleva tomate y ventresca pero los sabores cambian completamente. Y tiene que gustar el picante...



Ingredientes:

- 2 tomates

- 1 lata de ventresca

- guisantes en conserva o cocidos previamente

- 2 o 3 guindillas en vinagre

- aceite

- vinagre de pedro ximenez

Se calienta una sartén y se echan los guisantes, aceite y vinagre y se dejan, digamos, hasta que hagan chup chup y se añaden las guindillas cortadas a trocitos. Dos o tres minutos sin parar de remover antes de apartar del fuego. Se deja enfriar y se separan los guisantes de la salsa que se ha creado ¡sin tirarla!

Mientras se enfría, se cortan los tomates en rodajas y se distribuyen en el fondo de la bandeja. Por encima se reparte la ventresca. Se recuperan los guisantes y se distribuyen sobre la ensalada. Para terminar, se usa la salsa para aliñar. Si la salsa ha quedado escasa, un chorrito de aceite de oliva por encima. No he incluido sal porque la ventresca ya aporta el toque salado.

Gastroconsejo del día: cuidado con las guindillas, a mi con dos ya me ha quedado picantona.

¡Buen provecho!

jueves, 23 de febrero de 2012

Ensalada de aguacate, jamón de pato y demás

El título de la entrada iba a ser "Ensalada de aguacate, jamón de pato y queso parmesano" pero no era cuestión de incluir todos los ingredientes... aunque podría ponerlos todos por la importancia que tiene cada uno de ellos.
Es una ensalada suave a pesar de la grasa del aguacate y del jamón. No especifico cantidades concretas porque va a gustos.

Ingredientes:

- 1 aguacate

- jamón de pato

- queso parmesano

- un puñado de piñones

- medio limón

- aceite de oliva

- sal




Se parte el aguacate en cuatro partes, se pela y se quita el hueso. Se "lamina" y reparte en un plato grande o bandeja. Para evitar que se oxide, se exprime el medio limón por encima. Se reparte por encima el jamón y, a continuación, el queso parmesano que se ha cortado en porciones finas.
Lo sencillo es soltar los piñones tal cual por encima pero a mi me gustan más tostados: se calienta un poco de aceite en una sartén y se echan los piñones. Hay que tener cuidado porque enseguida se tuestan, así que lo mejor es ir removiéndolos y no dedicarse a otras tareas porque en dos minutos están listos. Para evitar que queden aceitosos, se dejan enfriar encima de papel de cocina. Una vez fríos, se echan encima de la ensalada. Se finaliza con sal y aceite de oliva.

Muy buena opción como primer plato o cena.
¡Buen provecho!

domingo, 19 de febrero de 2012

Salsa de pimientos del piquillo... sin nata ni harina

Es una salsa perfecta para acompañar, me la imagino incluso con pasta. La prueba de ello es que hoy ha sustituido a la salsa de tomate en el arroz a la cubana. ¡Y más fácil y rápida de hacer!
Lo bueno, además, es que no se necesita ni nata ni harina, por lo que es más ligera, tanto caloricamente como para las digestión.





Ingredientes:

- 6 pimientos del piquillo en conserva

- 70 dl de leche desnatada (es la que he usado para que no le de un sabor fuerte)

- 1 diente de ajo

- 1 cucharada pequeña de azúcar

- aceite de oliva

- sal




En una sartén se echa el diente de ajo a trocitos con el aceite ya caliente. En cuanto se empieza a dorar, se añaden los pimientos partidos por la mitad, sal y el azúcar. Se deja a fuego medio unos tres minutos, removiendo de vez en cuando para que no se peguen. A continuación se echan en la picadora o la batidora, donde también se añade la leche, un chorro de aceite y más sal si se desea. Se tritura todo el contenido y listo.

Esta salsa se puede servir a cualquier temperatura, todo depende de lo que vaya a acompañar.

¡Buen provecho!

Cocido de La Bola

Al final el restaurante escogido para comer cocido el viernes fue La Bola. Tienen dos turnos de comida, a la una y media y a las tres y media. Yendo al segundo turno, nos sentaron puntualmente y no tuvimos que esperar a que nos atendieran.
El cocido lo tienen preparado en recipientes individuales y lo van sirviendo en dos vueltas: primero la sopa de cocido y luego los garbanzos y las carnes.





La sopa de cocido parece grasienta por el color pero todo lo contrario, está buena y nada pesada.























Los garbanzos en su punto, exquisitos, como el repollo. La calidad de las carnes es buena, no la mejor que haya comido pero se tampoco es un cocido hecho en casa, aunque sí a las brasas lo cual tiene su mérito.











Para terminar tomamos buñuelos de postre. Caseros, con miel y helado. A la altura del cocido.


Cero quejas en general, me encantó todo. Mas que recomendable.

¡Buen provecho!

jueves, 16 de febrero de 2012

Tarta de queso fresco



Esta semana me he encontrado con un problema habitual en muchos hogares: se compra mucho y los alimentos acaban caducados. Esta semana caducaba el queso fresco de la nevera y en unos días la nata para cocinar. Así que buscando recetillas, encontré la tarta de queso fresco. Se indicaba la cantidad de 500 gramos de queso fresco pero solo tenía 375 gramos así que prorrateé todas las cantidades.




Indico los ingredientes originales y, entre paréntesis, los que yo utilicé en esta ocasión:

- 500 gr. de queso fresco (375 gr. desnatado)

- 100 ml. de nata (100 ml., misma cantidad para compensar el queso desnatado)

- 100 gr. de azúcar (75 gr.)

- 4 huevos (3)

- 1 limón (1)



Se bate bien el queso fresco. Yo opté por utilizar la picadora. Se añade la nata y el azúcar y se bate de nuevo hasta que la crema quede homogénea. A partir de aquí he preferido batir con las varillas: se echan los huevos uno a uno mientras se remueve y, por último, el zumo del limón. Para hornearlo tengo un molde de silicona, muy práctico y, sobre todo, muy fácil de despegar y limpiar.
Y así de fácil, solo queda dejarlo en el horno a unos 200º durante tres cuartos de hora. Al calor, da la sensación de que la masa sube pero en cuanto se saca, se desinfla. No hay que asustarse, aunque yo lo hice... Se deja enfriar y a la nevera porque fresco está más bueno.

Y sí, está buena buena.
¡Buen provecho!

miércoles, 15 de febrero de 2012

Ruta del cocido madrileño

Este viernes empieza la segunda ruta del cocido madrileño y, aprovechando que tengo ese día para "mis labores", vamos a probar alguno de los restaurantes propuestos. Y ahí el dilema. Son muchos los del listado y, haciendo criba, me he quedado con solo cuatro opciones. Posiblemente son los más conocidos, quitando el Lhardi, cuyo precio me parece excesivo:

- La Bola: seguramente el más famoso junto con el siguiente
- Malacatín: casi voy descartándolo porque sea el dia que sea, acostumbra a estar lleno y se tiene que reservar con tiempo
- Casa Carola
- La Daniela

Para la elección de estos restaurantes he visitado el ránking elaborado por grandes aficionados al cocido madrileño.
¡¡Ganas de que llegue el viernes!!

¡Buen provecho!

martes, 14 de febrero de 2012

Pesto de rúcula y avellanas ¿pesto?

Me encanta la pasta con aceite y parmesano rallado. Y más cuando es pasta rellena. Sin embargo, cuando se trata de espaguetis o tallarines, no me importa que lleve un poco más de vida. Tampoco me gustan mucho las salsas muy cargadas, por ello entre mis favoritas está el pesto.

Hay variantes al pesto tradicional de albahaca y piñones como es el pesto rosso que espero preparar próximamente.

Ingredientes:

- 20 gr. de rúcula

- 40 gr. de avellanas tostadas

- 30 gr. de queso parmesano

- 2 dientes de ajo

- aceite de oliva (al gusto)

- sal






Las medidas son aproximadas, todo depende de la cantidad de comensales y de lo espeso/fuerte que guste. Como siempre, es cuestión de práctica. Aunque el nombre de esta salsa viene del genovés "pestare", que significa machacar en un mortero, al tratarse de una salsa, prefiero usar la picadora que consigue una textura más homogénea. Se mezclan todos los ingredientes excepto el queso. Una vez mezclados, se echa el queso y se remueve pero sin triturarlo para que no se pierda el rastro.


Yo lo mezclo con las pasta en una olla y luego lo emplato. Lo que no hay que olvidar en la mesa es la aceitera y el salero, así se permite a cada cual completar al gusto sin que nadie se incomode.

¡Buen provecho!

domingo, 12 de febrero de 2012

Allioli es solo "all i oli"

Sepia y mollejas de rape, esa era la comida de domingo así que decidí que acompañaríamos el pescado a la plancha con allioli. Casero y sin aditivos.

Ajo y aceite, ni huevo, ni mayonesa, ni nada más excepto un poco de sal gorda. Bueno, sí, paciencia y ganas de hacer músculo.

Y no voy a incluir los ingredientes porque ya los he mencionado varias veces.










En el mortero se echan dos dientes de ajo (aunque eso depende de la cantidad que se quiera hacer). Importante quitar la parte central del diente de ajo (como una raíz verde). Eso es lo que provoca que se repita el allioli. Volviendo al mortero... al ajo se le añade sal y se machaca bien hasta que se hace una pasta. Paciencia, no es cuestión de un minuto. Una vez se tiene la pasta, se empieza a añadir aceite. Un poco de aceite y se remueve todo hasta que ligue y se haga una pasta de nuevo. Más aceite y vuelta a empezar... y así repetidas veces.


¿Cuántas? Cuestión de ir probándolo. Y ya se tiene un rico allioli para hoy y unas buenas agujetas para mañana.
¡Buen provecho!

Paté de olivas casero

Esta mañana, nada más levantarme y café en mano, preparé paté de olivas. La receta me la han pasado mis padres. También hacen paté de berenjenas pero para mi el de olivas es el mejor.
Podría decirse que es una versión del tapenade francés pero, como a mi las alcaparras no me gustan mucho, en su lugar lleva aceitunas verdes.

Ingredientes:

- 200 gr. de aceitunas verdes sin hueso

- 70 gr. de aceitunas negras aliñadas o conocidas también como de Aragón

- 50 gr. de almendras

- 50 gr. de avellanas

- un diente de ajo

- dos cucharadas de aceite de oliva

Facilísimo: se trituran todos los ingredientes juntos. Tan sencillo como eso. Esta riquísimo con tostadas y una cervecita. Perfecto para la cena de domingo.


¡Buen provecho!

miércoles, 8 de febrero de 2012

Migas "expres"













Migas "Expres"


Antes de nada, y haciendo referencia al nombre de la receta, debo decir que me he saltado todos los protocolos de lo que vienen siendo las migas tradicionales (cuando se entere mi abuela ...¡me mata!): El pan debe ser preferiblemente del dia anterior, o como mucho dos días; y de pueblo con bastante miga. El mio era congelado de los chinos y tenia casi unas semana.

Las migas deben rebanarse la noche anterior, y humedecerlas entonces, poquito, a poco. Y por ultimo, en mi familia todos los "tropezones" se sirven por separado, y no se terminan de hacer dentro de las migas como he hecho yo, sino separadamente.

Aun así, debo decir que salieron riquísimas, no como las de mi madre o mi abuela, pero bastante decentes para ser las primeras que hago. Esto me lleva a pensar, que quiza muchos de esos "protocolos" son más tradición que otra cosa... algo que pasa con bastante frecuencia en la cocina.

Si alguien lo intenta que me diga el resultado, por favor. ¡Gracias!


Ingredientes (2 pax):

1 barra de pan

1 pimiento verde

1 cabeza de ajos

1 trozo de tocino ibérico (o panceta)

200 ml de aceite de oliva virgen extra (aprox.)


Elaboración:

Picar el pan como si fueran patatas para tortilla. Poner en un ball y salpicar con agua con sal varias veces, hasta humedecer las migas.

Partir el pimiento en tiras anchas, la panceta en trozos y hacerle un corte a cada diente de ajo, pero sin pelarlos.

En una sarten alta (o perol, preferiblemente de hierro) añadir el aceite y calentar. Dorar primero los ajos sin que se quemen y retirar. Repetir esta operacion para el pimiento y la panceta, en ese orden y todo por separado.

Añadir las migas y saltear, cuando comiencen a separarse, añadir todo lo anterior, y terminar de hacer.


Notas:

Se les puede añadir tambien chorizo, morcilla, chistorra, pimiento rojo... o lo que se quiera, o acompañarlas con uvas, cafe, chocolate, sardinas, miel...

La foto esta hecha con la mitad de los ingredientes, (para una persona), y no estan muy favorecidas. Hay que tener cuidado de no mojar demasiado las migas (se harian una pasta).

martes, 7 de febrero de 2012

"Cuatrohojas" de mango y jamón de pato

Hoy tenía ganas de ir a mercadona. No es cierto pero prometí a mi compañera de aventuras y desventuras laborales que empezaría así esta entrada. Lo que realmente me apetecía era preparar una receta que vi el otro día, entre fácil y muy fácil. Encontré la receta indicando que era un milhojas pero yo lo he dejado en cuatro hojas...

Ingredientes (para dos):

- un mango

- 50 gr. de jamón de pato

- rúcula

- 8 avellanas

- aceite de oliva

- vinagre de módena





Evidentemente empezamos pelando el mango y cortándolo en lonchas, por así decir, teniendo en cuenta que se necesitan cuatro para cada persona. Se van superponiendo la "loncha" de mango, el jamón de pago, la rúcula, y vuelta a empezar, hasta tener tres pisos iguales que se cubren con un último trozo de mango.
Se pican las avellanas, con un mortero todo es más fácil, y se echan por encima de nuestro cuatrohojas. Hacemos una vinagreta con el aceite y el vinagre de módena para cubrirlo todo. No he agregado sal a la vinagreta porque los sabores de los ingredientes ya son bastante fuertes.







Esperaba que estuviera buena pero tengo que decir que está buenísima. Y muy fácil. Y aprovechando el arroz con guisantes que quedó del otro día, lo serví del tiempo con vinagreta de módena al limón.






¡Buen provecho!

domingo, 5 de febrero de 2012

Cata de cervezas

Ayer tuvimos de nuevo la oportunidad de disfrutar de una cata de cervezas dirigida por Homo Lupulus, el mayor experto en cervezas que conozco. Esta vez la cata y comida se celebró en La Luna, donde siempre nos cuidan casi en exceso, si eso puede darse.


Esta cata en concreto era de cervezas artesanales.
Empezó con la Cibeles, evidentemente, madrileña. A mi las cervezas de trigo no me gustan mucho pero esta me encantó. También catamos otro modelo de Cibeles, más fuerte pero me quedo con esta primera. Se acompañó de un rico canapé.















La segunda cerveza de la lista fue la Yria, de Ocaña. Cerveza familiar, literalmente. Muy rica también acompañada con tortilla de patatas y ensalada.



















Tercera cerveza de la tarde: Milana. En concreto, Milana Bonita. Todavía sin etiquetar puesto que no se comercializa pero pronto estará en el mercado. Esta la elabora un grupo de amigos de Montemayor de la Pililla, un pequeño pueblecito de Valladolid al que espero que de mucha vida este nuevo negocio. Se acompañó con quesadillas. Riquísimas.













Y aquí la última de las cervezas, con el postre. Gran postre para una cerveza que, pese a ser negra, me encantó: Bleder. Producción catalana (Rubí). Me encantó la historia del nombre, Bleder, puesto que es el nombre de una dragona de leyenda. En concreto tomamos la Bleder Cova de Drac (Cueva de dragón).
Sorprende lo bien que casa con el chocolate, buenísimo como postre o como merienda.


















Y muy bonitos los diseños de las etiquetas, muy cuidados.

¡Buen provecho!

Arroz con guisantes, para un apuro

Al igual que se habla de básicos de fondo de armario, hay básicos que también tienen que estar en el fondo de la despensa. Hoy he tenido que tirar de ellos: arroz, guisantes (enlatados, lamentablemente), ajo, cebolla, aceite y sal.


Sería más sencillo hervir el arroz, echarlo en un plato y añadir los guisantes pero así parece "más elaborado" y está caliente. Se pican dos dientes de ajo y dos cebollas y se rehogan en la cazuela con aceite hasta que cogen color.


En ese momento se echa arroz y guisantes a partes iguales y se sala. Se añade agua, tres vasos por cada vaso de arroz. Sería más gustoso con caldo de verduras o de pollo pero, como ya he dicho, solo se podía tirar de básicos.


Se deja en el fuego durante unos veinte minutos. Yo añadí perejil casi al final de la cocción pero se pueden agregar especias al gusto. La próxima vez echaré pimentón de la Vera, que va bien con todo.


Aprovecho para preguntar si alguien conoce trucos para no llorar mientras se corta la cebolla...
¡Buen provecho!