sábado, 28 de julio de 2012

Tiramisú de toda la vida: ¡Arriba el Mascarpone!



Sigo sin entender el porqué de que haya gente que use queso crema en lugar de mascarpone: el tiramisú sale mucho más bueno con el segundo y no está a precio de caviar.

Debo confesar que nunca había hecho tiramisú, pero ya no es novedad, casi todos los platos que muestro aquí no los había hecho antes. Al final me limitaré a colgar la receta y las fotos porque me parece que siempre digo lo mismo: ¡Es tan fácil de hacer!

Lo malo es que lo hice ayer y hoy solo queda un tercio: lo hemos tomado como desayuno, como aperitivo y como postre. He tenido que prohibir la apertura de la nevera para que quede tiramisú para mañana, lo que no sé es como evitar que uno que yo sé le meta mano antes de la comida.

18 bizcochitos de soletilla
180 ml. de café
1 chorrito de ron
2 claras de huevo
4 yemas de huevo
100 grs. de azúcar blanco (aunque habrá que probar con moreno...)
400 grs. de queso mascarpone
Cacao en polvo

Lo primero es hacer el café para que le de tiempo a enfriar. Se deja enfriando agregando un chorrito de ron. O mejor dos...
Se montan las dos claras a punto de nieve. Por otro lado se baten las yemas junto con el azúcar. Se agrega el queso mascarpone poco a poco y se sigue removiendo hasta que todo esté bien integrado y entonces se incorporan las claras. Se remueve hasta que quede homogeneo.

En un recipiente cuadrado o rectangular se ponen dos capas de bizcochos, dos tercios de los que tenemos, y se reparte el café por encima para que se empapen todos. Se cubren con la mitad de la mezcla de mascarpone, se reparte bien y se tamiza cacao en polvo por encima. Se hace otra capa con los bizcochos sobrantes y se repite la operación de la mezcla de mascarpone y del cacao.

¡No probar! A la nevera unas horas. Mejor si se hace un día antes de comerse aunque la tentación está ahí...


Un apunte antes de ir a vigilar la nevera: no he utilizado chocolate negro rallado porque en verano se deshace con demasiada facilidad y es difícil trabajar con él. Pero es una opción estupenda.

¡Buen provecho!

jueves, 26 de julio de 2012

Pan de espelta y semillas con truco



Nada tiene truco en la cocina pero sí que hay productos que facilitan la tarea. Este es el caso de la mezcla para elaborar pan de espelta que nos trajo el otro día Ana. Una de esas costumbres que muchos seguimos: se nos invita a comer o a cenar y llevamos unas flores o, mejor, más comida y bebida. Lo cierto es que me encantó, lo venden en una ecotienda, es facilísimo de hacer y se conserva durante días. ¿Precio? Es un regalo, no se pregunta. ¿He dicho ya lo fácil que es de hacer?
Solo hace falta:
La mezcla para pan de espelta
350 c.c. de agua templada


En el paquete no solo viene la mezcla de harina en sí, si no también levadura y semillas.
Bien a mano, bien en termomix, bien en otro "cacharro", se mezcla el agua, la harina y la levadura, se hace una bola, se tapa y se deja fermentar una media hora.
Pasado este tiempo, se vuelve a amasar incluyendo las semillas, se le hacen dos o tres cortes encima y se deja sobre el papel vegetal o directamente en la bandeja del horno, tapado para que siga fermentando durante hora y media.

Listo para hornear

En el horno precalentado a 220º se introduce el pan y se deja 45 minutos. Y ya tenemos pan para unos días.

¡Buen provecho!

sábado, 21 de julio de 2012

Muffins de chocolate, horrorosamente fáciles de hacer


Muffins con una cerveza, por lo bien que lo he hecho...

Así es, son tán fáciles de hacer que me parece horroroso: ya no merece la pena salir a comprar dulces, en menos de una hora se tiene una bandeja de muffins de chocolate. Vamos que ya es el segundo día en una semana que hago muffins... creo que estoy enloqueciendo.
Y todo el mundo dice "¡es que engordan taaaanto!". Bueno, no sé calcular las calorías pero cuando veáis los ingredientes, no es para tanto, basta con compensar con una comida sana.

180 grs. de harina normal
50 grs. de cacao en polvo desgrasado (por ejemplo de la marca Valor)
180 grs. de azúcar moreno (aunque puede ser blanco o una mezcla)
1 sobre de levadura seca/química
1 cucharadita de postre de bicarbonato sódico 240 cc. de leche desnatada
Zumo de medio limón
2 huevos
90 grs. de mantequilla sin sal 

Varios puntos antes de empezar:
- El cacao en polvo de la marca Valor va perfecto y está desgrasado
- El azúcar puede ser blanco o incluso se puede mezclar blanco y moreno
- El bicarbonato sódico es opcional aunque consigue que los muffins sean más esponjosos
- Evidentemente la leche puede ser entera o semidesnatada pero con la desnatada hacemos que sean menos grasos y pesados
- No incluyo pepitas de chocolate porque en verano cuestan de manejar, se derriten en la mano, al contrario que los M&Ms, pero con ellas quedan más chocolateados si cabe.

Muffins con pepitas de chocolate

En un bol se mezclan los ingredientes secos: harina, azúcar, levadura y bicarbonato. Se remueve bien hasta que queda de un solo color.
En otro recipiente se hace un buttermilk casero: leche y zumo de limón. Basta con dejarlo dos o tres minutos. El tiempo justo de fundir la mantequilla en el microondas y batir en otro bol los huevos. Solo se baten para romper las yemas, sin espumarlos. Se echa la mantequilla fundida y el buttermilk.
Se mezcla pero no se bate y se junta con los ingredientes secos. Con unas varillas se mezcla pero sin batir, solo hasta que quede todo bien integrado.
En un molde de muffins se ponen las cápsulas de papel y se llenan de masa hasta casi rebosar. En el horno precalentado a 180º se hornean 20 minutos.

Con estas cantidades da para 12 o 13 muffins esponjosos y deliciosos. Y lo mejor, no son empalagosos.

¡Buen provecho!


martes, 17 de julio de 2012

Madalenas rellenas de mermelada de manzana... con café



Otra remesa de madalenas. Y de nuevo gracias a las recetas que deja Sara en su blog. Aunque ella sea negativa, yo sé que podría dedicarse a la repostería, hace maravillas dulces.
Aquí una fan pero también una aprendiz que se permite de improvisar a falta de algún ingrediente. De momento no ha habido desastre alguno... de momento.

Tenía ganas de hacer madalenas de un tamaño desayuno, no de las que se comen de un bocado, no puedo pasarme la vida haciendo mini madalenas. Además no se podían rellenar.
Tan fáciles de hacer que casi da vergüenza no haberlas hecho antes...

110 grs. de mantequilla
110 grs. de azúcar blanco
2 huevos
1 sobre de levadura seca/química
140 grs. de harina normal
Mermelada de manzana con café de Colombia
Azúcar glas 


Se bate el azúcar con la mantequilla a temperatura ambiente. Se añaden los huevos y se bate bien. Se agrega levadura y harina y se vuelve a mezclar hasta que quede homogeneo.
En un molde de madalenas se introducen los envoltorios dentro de cada uno de los cuales se echan dos cucharadas de postre de masa. En el centro se pone una cucharadita de mermelada y se cubre con otra cucharadita de masa.
En el horno precalentado arriba y abajo, se introduce el molde sobre la rejilla y se hacen las madalenas a 160º durante 18 minutos. Para evitar que se queme la parte de arriba, lo mejor es poner la rejilla un nivel por debajo de la mitad del horno.
Se sacan del horno y del molde y se echa un poco de azúcar glas con un colador, para que no se apelmace sobre la madalena.

El molde que me he autorregalado es de silicona para seis unidades. Me ha tocado hacer dos hornadas porque la masa da justo para doce madalenas.


En cuanto a la mermelada, he usado la deluxe del LIDL, muy práctica porque son tarros pequeños. Para ser más precisa, un tarrito da para justo para doce madalenas. Da gusto cuando todo cuadra tan bien.
¿Y el sabor? Pues lo dicho al principio, a improvisar con lo que había por casa. Aunque sabiendo el buen resultado de la receta, voy a probar con varios sabores.
Eso sí, una cucharadita pequeña es suficiente, sutil. Más podría ser empalagoso.


¡Qué ganas de hacer más! ... y de comerlas :)

¡Buen provecho!

domingo, 15 de julio de 2012

Galettes bretonas "a la gallega"



Cuando visité la Bretaña francesa descubrí un plato típico de la zona: las galettes. Y no pasaba día sin tomar una galette completa: con jamón, queso y huevo. La diferencia esencial con los crepes es el tipo de harina utilizada. Para hacer galettes hay que utilizar harina de trigo sarraceno, un tipo de trigo que tolera climas fríos, húmedos, suelos pobres y poco fértiles.
Como es de suponer, esta harina no se encuentra en cualquier supermercado pero sí en la mayoría de los herbolarios y tiendas de productos ecológicos, aunque en estas últimas puede resultar más cara.

En Bretaña hacen galettes con todo tipo de ingredientes aunque la típica es la nombrada antes. Y por ser tan típica, pierde encanto, así que nos sacamos de la manga una nueva versión: la gallega.
Las cantidades descritas dan para 12 galettes.

330 grs. de harina de trigo sarraceno
10 grs. de sal
750 cc. de agua
1 huevo
Lacón ibérico cocido
Queso Arzúa
Mantequilla

Se mezcla bien la harina con la sal y un tercio del agua. Si se puede, mejor con una thermomix, kitchen aid u otro utensilio. Se agrega otro tercio del agua y se vuelve a mezclar hasta que quede homogeneo y se repite con el resto del agua. Se añade el huevo y se mezcla bien.
La finalidad del huevo es conseguir un tono más dorado, poco más, por lo que no es necesario su uso. Se puede dejar la masa tapada en la nevera dos o tres horas si no se va a hacer uso al momento.

Hay quien hace las galettes con el relleno a la vez pero yo prefiero hacer todas las galettes primero y, cuando se vayan a comer, agregar el relleno en caliente. ¿Cómo? Se pinta una sartén grande con un poquito de mantequilla, la justa. Se calienta a fuego medio alto. Una vez caliente, se echa un cucharón (de los de servir caldo) de masa en la sartén y se reparte bien por toda la base moviendo la sartén. Se deja un minuto y con una espumadera se "despegan" los bordes y se mueve la sartén para evitar que se pegue. Enseguida se le puede dar la vuelta y dejar un minuto más antes de sacarla del fuego para hacer una nueva galette.
No es necesario echar mantequilla cada vez, pero cuando se lleven seis o siete galettes sí que hay que volver a pintar la sartén.


Rellenarlas es de lo más sencillo.
En una sartén sin untar con aceite o mantequilla, a fuego bajo, se pone una galette. En el centro se sitúa una loncha de un centímetro de espesor de queso y encima se cubre con el lacón. Se cierra la galette como un sobre. En un minuto está lista, el tiempo justo de que se caliente el queso.


Este plato está muy bueno pero no es apropiado si hay muchos comensales porque se tiene que comer caliente. A no ser que se pongan cuatro sartenes a la vez y se tenga una habilidad fuera de lo común para controlar las cuatro...
Y no hace falta decir que se pueden rellenar las galettes de casi cualquier cosa, aunque siempre hay excepciones.

¡Buen provecho!

viernes, 13 de julio de 2012

Sopa fría "deconstruida" de sandía y yogur griego



Deconstruida. Digamos que Ferran Adrià no pensaba en esto cuando hacía platos deconstruidos pero ahora se usa ese término con tanta facilidad... es más, las primeras tortillas de patatas que hice eran deconstruidas ¿o destruidas?

En el plato de hoy no se deconstruye realmente pero queda tan bonito en dos colores... podría llamarse en dos texturas pero al final todo es líquido, más o menos denso pero líquido. Y fresco.

1/3 de sandía
3 yogures griegos sin azúcar
1 cucharada sopera de miel

Se tritura la sandía hasta que quede completamente líquida. Evidentemente sin pepitas y sin cáscara. ¿Se llama cáscara la parte exterior de la sandía?
Al caso. En un bol se vierten los tres yogures y la miel y se mezclan bien. 2/3 de la crema resultante se trituran con la sandía hasta que quede homogeneo.
Se dejan enfriar en la nevera, mezcla de sandía y yogur y el yogur restante, durante una hora.

En el momento de servirse, se echa en el fondo de un vaso ancho el yogur. Con un cucharon grande se vierte con cuidado la sandía.
El resultado es un aperitivo o merienda refrescante.

Si se quiere más frío hay un truco. Tras triturar la sandía, se aparta un poco del líquido a una cubitera para obtener cubitos de sandía. Antes de servirse, se tritura la sopa de sandía y yogur junto con los cubitos hasta que estos se desagan y luego se emplata. Si se echan los cubitos directamente en el emplatado, se corre el riesgo de que se deshagan y nos quedemos sin el efecto de dos colores.
Y tan fácil como siempre.

¡Buen provecho!

miércoles, 11 de julio de 2012

Arroz con gazpacho ¿raro? Puede...



Jornada de verano, dos opciones: bien comer delante del ordenador, bien comer sobre las cuatro de la tarde. La primera opción fue la que practiqué la semana pasada pero, tras probarla, me gusta mas la segunda.
Bizcocho, yogur y fruta para aguantar toda la mañana. El problema es que al llegar a casa toca hacer la comida. Puesto que quedaba gazpacho pero se antojaba arroz, decidí mezclar los conceptos y el resultado fue tan bueno que al día siguiente repetí.

Arroz largo
Queso parmesano

Se hierve el arroz y se deja enfriar puesto que es un plato para tomar frio.
Se sirve en un plato y se cubre con gazpacho. Cualquier gazpacho de verduras, no lo veo con un gazpacho de fresas o sandía... Se ralla queso parmesano al gusto, a poder ser mucho, y listo.


Rápido y rico, sobre todo si hay gazpacho sobrante y apetece una comida consistente.

¡Buen provecho!

domingo, 8 de julio de 2012

Provolone con tomate al horno: un plato para enmarcar




Es igual que un cuadro y daría pena comerlo de no ser porque está tan bueno...
Al queso provolone al horno o a la plancha se le denomina provoleta pero no sé si es muy apropiado puesto que, en teoría, se trata del queso provolone a la parrilla, plato originario de argentina. Y yo pensando que era un plato italiano...
Por ello lo que muestro hoy no puede denominarse provoleta, dejémoslo en provolone con tomate al horno. Eso sí, buenísimo está y con cero dificultad. Para novatos de la cocina.

1 disco de queso provolone
3 tomates tipo pera
1/2 cebolla
Aceite de oliva
Sal
Orégano
Tomillo
Albahaca fresca

Se escaldan los tomates, se dejan templar y se pelan. Se trituran junto con la media cebolla.
Tradicionalmente se utiliza una cazuelita de barro pero no se pueden tener todos los cacharros necesarios en una cocina convencional, a no ser que se prescinda de salón o se llene el armario de la ropa con utensilios varios. En mi caso utilizo una fuente de cristal apta para el horno.
Se unta el fondo con un chorrito de aceite. Se echa el triturado de tomate por todo el fondo añadiendo un poco de sal.
En el centro se coloca el queso y por encima, tanto de queso como de tomate, se echan las hierbas aromáticas.
Tras precalentar el horno a 180º, se introduce la bandeja un nivel por encima del centro y se deja una media hora.

Digo "una media hora" porque depende de la potencia del horno y de lo churruscado que guste el queso. Si no gusta con crujiente por encima, solo hay que ponerlo un nivel por debajo en el horno.

¿A que suena fácil? Claro, porque lo es. Eso sí, mucho cuidado porque tarda un poco en enfriar...

¡Buen provecho!

martes, 3 de julio de 2012

Madalenitas esponjosas de cítricos: mini muffins se llaman en este siglo


La presentación es una asignatura pendiente...

Nunca pensé que podría ser capaz de hacer algo tan rico y bonito.
En la entrada anterior presenté a Sara, a quien sigo de cerca porque me encantan lo cupcakes, muffins y otras variantes que hace, verdaderas delicias. En cuanto vi la receta de mini muffins de naranja y limón supe que esa tenía que ser la que me iniciara en ese mundo.
Los muffins están tan buenos y son tan bonitos que parece complicadísimo hacerlos pero nada más lejos de la realidad.
Solo hace falta...
60 grs. de mantequilla sin sal
100 grs. de azúcar blanco
2 huevos
2 cucharadas soperas de leche
100 grs. de harina normal
1 sobre de levadura seca/química
Zumo de una naranja
Ralladura de la piel de un limón

Se bate la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar. No hace falta que quede muy batido, al agregar la leche y los huevos se vuelve más fácil mezclar.
Cuando esté todo bien batido se añade la harina y la levadura y se mezcla hasta conseguir una masa líquida homogenea y sin grumos.
Solo falta añadir la ralladura de piel de limón y el zumo de la naranja.

Se mezcla y ya se pueden ir llenando los "papelitos" de los minimuffins que a su vez están en el molde: con la primera experiencia he aprendido que basta con llenar dos tercios, como se ve en la foto, se me fue la mano llenando los moldes.
Con el horno precalentado, se dejan 12 minutos a 160 grados.


Y así es como podemos tener unas treinta madalenitas esponjosas: sí, en la foto se ven menos pero es porque eché demasiada masa a cada molde.
Viendo el resultado me arrepiento de haberlas hecho: ¡¡ahora quiero probar todas las recetas que existan!! Pero, aunque parezca una tontería, me siento una campeona :)

¡Buen provecho!

domingo, 1 de julio de 2012

Taller inesperado de decoración de cupcakes




Evidentemente no fue del todo inesperado pero casi. Hasta el viernes a las nueve de la noche mi plan para el sábado por la mañana era no madrugar y hacer unas compras antes de asistir a una cata de cerveza.
Pero el destino o el azar, quien sabe, hizo que contactara con Sara para preguntar donde comprar ciertos "cacharros" para hacer muffins. Y la casualidad quiso que Sara tuviera una plaza libre para asistir a un taller de decoración de cupcakes en La tienda americana.

Con Sara mostrando nuestras obras de arte

Me encanta cuando surgen planes así de última hora. Por ello ayer a las 10.30 estaba con el delantal puesto y lista para aprender sobre un mundo del que no tengo ni idea.
Fueron dos horas y media que pasaron volando, muy divertidas sobre todo por la compañía, y muy satisfactorias porque decorar cupcakes no es tan difícil. Evidentemente me refiero a decoración sencilla, no grandes obras maestras... aunque todo es cuestión de tiempo.

Primero hicimos dos decoraciones sencillas basadas en crema de mantequilla muy grasa. Basta jugar con los colores y las boquillas para obtener bonitas flores y hojas. 




Las tres siguientes decoraciones se complicaron. Aquí ya se combinaron perlitas, crema y fondant. Se juega también con las boquillas, rodillos, pinceles... y manos para crear rosas, una montañita con una forma dudosa (cada cual que piense lo que quiera) y... ¡un campo de golf!





Con su cesped, su banderín, una flor (ya, ya sé que no tiene mucho sentido...) y una pelota de golf. Sí, es una pelota de golf aunque parezca más un fósil prehistórico.



Para terminar: ¡una cara! Niños, niñas pero fue ver un cerdito y caer rendida, no podía hacer otra cosa, tenía que ser el gorrinito feliz :) 


¡Buen provecho! ... para quienes reciban estos cupcakes. El cerdito ya pasó a mejor vida ;)