miércoles, 29 de agosto de 2012

Mangoblanco, ajoblanco de mango



Mientras hacíamos la compra el fin de semana pasado, comenté que iba a hacer ajoblanco de mango, a lo que el míster solo dijo: "¿mangoblanco?". Pues sí, se puede llamar mangoblanco, me parece un buen nombre.
Lo cierto es que nunca he hecho ajoblanco así que no puedo afirmar hasta que punto la receta es fiel a la del ajoblanco, pero supongo que pasa lo mismo que con el gazpacho y el salmorejo: tantas recetas como hogares.
El mangoblanco está muy bueno, tiene que gustar el mango y con un solo diente de ajo, no está fuerte, es más, si no gusta el ajo no hay problema porque no se nota.

1 mango
1 diente de ajo
120 grs. de almendra tostada sin sal o cruda
20 grs. de pan rallado
150 c.c. de agua tibia
Vinagre de jerez
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra

Se tritura el mango pelado, el diente de ajo, las almendras y el pan rallado. Se va añadiendo agua al gusto, dependiendo de cuán líquido se quiera. Lo mejor es echar primero 100 c.c. y salpimentar. Luego se agrega un chorro de aceite y un chorrito de vinagre.
Y a partir de aquí se va probando. ¿Gusta con más aceite? ¿Con más vinagre? Pues al gusto. Cuando se encuentra el sabor deseado, solo falta la consistencia. De preferirse menos denso, más líquido, solo hay que agregar agua.

Dos horas de nevera como mínimo y listo para comer. Al emplatar, tal como está es perfecto pero también se puede complementar con jamón ibérico o cecina.

¡Buen provecho!

 

lunes, 27 de agosto de 2012

Garbanzos crujientes al horno: un aperitivo diferente



Antes de nada aviso a los cibercocinillas: hay que controlar la cantidad de garbanzos porque causan tanta adicción como las pipas... o más. Lo cierto es que es una manera sana de tomar garbanzos en verano, sin tener que comer cocidos o aburrirse de las ensaladas.
Una cervecita y unos garbanzos tostados y tan ricamente.

Garbanzos cocidos ¿cuántos? Cuantos se quieran
Aceite de oliva
Sal
Hierbas aromáticas
Pimentón

Puesto que se tuestan, se pueden usar sin problema los garbanzos que ya vienen cocidos. Se lavan y se dejan escurrir para deshacerse del agua. En un bol se mezclan con las hierbas aromáticas que se deseen (por ejemplo romero y tomillo), pimentón, sal y un chorrito de aceite. Bien mezclado, se reparte en la bandeja del horno.
Se mete durante 30 minutos en el horno precalentado a 200º. Cada 10 minutos se abre el horno y se remueven los garbanzos pero con cuidado porque están vivos...
Se deja que enfríen, incluso se pueden guardar en un bote hermético si no se toman en el día.


Lo suyo es experimentar con hierbas y especias distintas. Los siguientes los haré picantes. Lo seguro es que serán crujientes, siempre crujientes, con lo que me gusta la comida que cruje...

¡Buen provecho!

 

viernes, 24 de agosto de 2012

Panecillos ingleses de parmesano y sésamo



No hay que dejarse engañar, son más pequeños de lo que parece...

Cada semana me encuentro con varias recetas de panes, panecillos, bollos, grisines y otras varianes pero ultimamente, entre calores y pereza, solo enciendo el horno para repostería. Pero fue ver esta receta en Directo al paladar y sentirme poseida por la necesidad de ponerla en práctica.

Scones se llaman y son originarios de Escocia ¡qué didáctica es la cocina! Por lo que he visto es habitual en desayunos y meriendas no solo en Inglaterra, si no también en Oceanía y América del Norte.
Lo que no es habitual es que lleven parmesano, son más sencillos puesto que se toman recién hechos con mermelada o mantequilla. Pero la versión de hoy es fantástica para acompañar un plato de carne.

250 grs. de harina normal
1 sobre de levadura seca
1 cucharadita (tamaño café) de sal
20 grs. de azúcar moreno
100 grs. de mantequilla a temperatura ambiente 
125 cc. de leche
80/100 grs. de queso parmesano rallado
1 cucharada (tamaño postre) de mostaza "de la buena"
20 grs. de semillas de sésamo tostadas

Si se tiene una thermomix, kitchen aid, etc resulta facilísimo puesto que, para hacer la masa, solo hace falta meter la harina, la levadura, la sal, el azúcar y 80 gramos de mantequilla (apartamos los otros 20) y se le da al botón para que mezcle unos 30 segundos. Se agrega la leche y se pone mezcla otros 20 segundos y luego en modo amasar 4 minutos.

¿No tenemos maquinita poderosa?
No nos vamos a quedar sin probar esta delicia. En un bol se mezcla primero la mantequilla con el azúcar hasta unificar. Se agrega la sal y la levadura y, poco a poco, la harina, mientras se va mezclando. Se añade la leche y se remueve bien hasta que se una todo.

En ambos casos (con y sin robot) se finaliza el amasado sobre la encimera con las manos y la ayuda de un poco de harina. Cuando la masa ya no se pegue a los dedos, se extiende con el rodillo hasta dejarla de entre uno y dos centímetros de grosor.
Con un vaso (ni de chupito ni de whisky, término medio) se van cortando scones y poniendo sobre el papel vegetal que a su vez ya está sobre la bandeja del horno. Cuando no se puedan cortar más panecillos, se amasa y se vuelve a extender la masa para repetir la operación. Así hasta que se haya usado toda la masa.

A por la cobertura.
En un cazo (me encanta esta palabra) y con el fuego bajo, se calienta la mantequilla restante (20 gramos) sin dejar que se queme. Se agrega la mostaza y el queso y se sigue removiendo hasta que se deshaga todo. Se reparte esta "pasta" sobre los panecillos y se echan semillas de sésamo por encima.
Solo queda hornear 15 minutos en el horno precalentado a 200º.

Se pueden comer fríos, están bueno, pero mucho mejor cuando todavía están templados.
Exquisitos.

¡Buen provecho!

 

martes, 21 de agosto de 2012

Conejo guisado con champiñones: compensando los excesos



Bizcochos, madalenas, tartas ¿ideal de alimentación? Pues hasta cierto punto, llega un momento en que todo exceso cansa. Vale, no cansa pero hay que compensarlo con algo sano.

Desde pequeñita me gusta el conejo aunque solo recuerdo comerlo con arroz. No, no acompañado con arroz blanco. Un arroz con conejo con sus guisantitos y sus "cosas varias". Ese arroz que quedaba churruscadito por debajo. Comía el conejo primero y luego el arroz, supongo que porque me gustaba más este último.

Sin embargo ahora me encanta el conejo y no necesito acompañarlo por otros ingredientes, horneado está buenísimo. Así lo íbamos a comer el otro día pero ¿qué hacer con los champiñones de la nevera? Empiezo a pensar que esa nevera cría verduras...
Pues nada, conejo guisado con champiñones y listo.

1/2 conejo troceado 
1 diente de ajo
1/2 cebolla
150 grs de champiñones
1 vaso de vino blanco 
Romero
Aceite de oliva
Sal

Se echa el diente de ajo picado en una cazuela de barro a fuego medio con un chorrito de aceite. Se saltea dos minutos y se echa la media cebolla cortada a trozos muy pequeños. Incluso se podría picar.
Cuidando que no se queme, se deja cinco minutos antes de echar el conejo.
Se hacen los trozos cinco minutos por cada lado tras los cuales se baja el fuego, se añaden los champiñones laminados, se sala, se remueve y se agrega medio vaso de vino blanco. Se tapa.
Diez minutos después se echa romero, se vuelve a remover y se añade el vino restante.
Se tapa, se deja cocer otros diez minutos y se retira del fuego.
Solo hay que emplatar y a comer.

¡Buen provecho!

domingo, 19 de agosto de 2012

Tortilla de champiñones y parmesano: tan sencillo como parece




Ya he recibido reclamaciones por dificultad pero puedo asegurar que ninguna de las recetas que cuelgo es difícil, puede llevar más o menos tiempo, más o menos elaboración, pero dificultad no hay. Eso sí, se tienen que tener ganas y no a todo el mundo le gusta pasarse horas en la cocina, y menos en verano.
Es por ello que hoy traigo una receta que requiere pocos ingredientes, poco esfuerzo y cuyo resultado es muy bueno: tortilla de champiñones. Y si no hubieran ventajas suficientes, añado que fría está mejor por lo que se puede dejar hecha y comerse al llegar de trabajar. Al menos a mi me va estupendamente con la jornada intensiva de verano.


4 huevos
1 diente de ajo
150 grs. de champiñones
50 grs. de queso parmesano rallado 
Aceite de oliva
Sal
Orégano (opcional) 

En una sartén, con el fuego bajo, se echa el diente de ajo picado a sofreir con un poco de aceite, muy poco, sin dejar que se queme. Se agregan los champiñones en láminas y, todavía con el fuego bajo, se dejan 10 minutos removiendo de vez en cuando.
Pasado este tiempo, se baten los huevos en un bol donde se echan también los champiñones y el queso parmesano. Se mezcla bien y se sala. Es ahí donde se puede añadir alguna hierba aromática como el orégano. Eso ya va al gusto.
A fuego fuerte se echa en la sartén que ya hemos usado el contenido del bol y se deja hacer cinco minutos. Se da la vuelta a la tortilla y se deja a fuego bajo para que se acabe de hacer bien por dentro. No más de cinco minutos más si no se quiere muy hecha.

Et voilà. Ya está la tortilla estupenda. Y fácil.

¡Buen provecho!

sábado, 18 de agosto de 2012

Fiesta infantil de cumpleaños adulto




No siempre me toca cocinar,  a veces se disfruta de la cocina en casas ajenas, sobre todo en fiestas y cumpleaños. Eso sí, ya no se me invita a fiestas infantiles con panchitos, bocadillos de pan de molde con nocilla o paté, refrescos y gominolas. Supongo que no entro en el perfil de invitada a estas fiestas.
Por eso me pareció muy simpática la idea de celebración de cumpleaños de mi suegra: emular los cumpleaños infantiles pero con ingredientes adultos. No me demoro, aquí dejo el menú y algunas fotos para provocar envidias.

Snacks:
Palomitas 3D de queso de cabra y pimienta negra, de chile y pimienta, y de whisky
Patatas chips A.O.V.E. con sal rosa del Himalaya
Guacamole casero con nachos


Entrante:
Foie mi-cuit con tostadas de arándanos


Principales:
Minihamburguesas de ternera con cebolla caramelizada, bacon y mostaza a la antigua


Minihamburguesas del valle del Esla con bacon y mostaza a la antigua


Minihamburguesas Wagyu Kobe


Salchichas de trufa y Butifarra de rovellones La Garriga


Digestivo:
Sorbete de limón casero con Marc de Cava


Postres:
Pastel ruso


Almendras garrapiñadas caseras
Chucherías


Café

Un menú así tenía que ir acompañado de buena bebida...

Cerveza Inedit


Gewurtrawiner Viñas del Vero
Cava Recaredo Brut nature
Piña colada casera


Ron Elixir de Legendario
Gin tonic de Martin Miller's con tónica Indi



Una comida y sobremesa estupenda.
¡Buen provecho!

domingo, 12 de agosto de 2012

Madalenas olímpicas de yogur y limón



Decididamente necesito una terapia de choque para superar la finalización de los juegos olímpicos. Desde el bádminton o el tiro en foso hasta la natación sincronizada, todos los deportes me parecen dignos de ser vistos y seguidos. Durante dos semanas he estado enganchada a todas las retransmisiones posibles y me ha faltado tiempo.
Es por esto que mis sesiones culinarias se han reducido, y las pocas que han habido han sufrido mi histerismo. Ejemplo claro las madalenas de yogur y limón hechas durante el partido de balonmano femenino en busca del bronce.
Madalenas histéricas tendrían que llamarse. Pero no, son unas madalenas fantásticas para desayuno o merienda, sobre todo con una taza de leche chocolateada. Muy fáciles de hacer pero requieren tiempo y no temer al calor en pleno mes de agosto.

350 grs. de harina normal
120 grs. de azúcar moreno
1 sobre de levadura seca/química
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1 limón
375 grs. de yogur griego o cremoso (equivale a 3 yogures)
2 huevos
70 grs. de mantequilla sin sal

Se pone a derretir en cazuela o al microondas la mantequilla.
En un bol grande se mezclan la harina, el azúcar, la levadura, el bicarbonato y la piel del limón rallada (previamente lavada, claro). Se baten un poco los huevos y se mezclan con los otros ingredientes secos. Se añaden los yogures poco a poco mientras se va mezclando y, al final, se incluye la mantequilla y el zumo del limón.
Se mezcla hasta que la masa sea homogenea pero sin abusar del batir.


En el molde de madalenas se ponen las cápsulas de papel y se rellenan casi hasta arriba. Esto si se quieren madalenas, si se prefiere en forma de muffin, basta con llenar dos tercios.
Se meten 20 minutos en el horno previamente precalentado a 180º. Al sacarlas del horno, se dejan otros cinco minutos dentro del molde antes de dejarlas enfriar sobre rejilla o encimera.
Y ya tenemos madalenas para el desayuno, a comer solas o abiertas y con mermelada.


Ahora es cuando los puristas me pueden decir que esto no son madalenas si no muffins, puesto que llevan mantequilla y no aceite de oliva. Pero como soy yo quien las ha hecho y ha sufrido los calores del horno, las llamo como quiero: son mis madalenas olímpicas, que no histéricas.

¡Buen provecho!

lunes, 6 de agosto de 2012

Macarrones gratinados con salsa de tomate y pimiento



Recién salidos del horno
Otro de esos platos que creo que todos los treintañeros hemos comido en nuestra infancia ¡macarrones gratinados! Estoy casi segura de que hacía años que no los comía pero ya que estamos cocinillas, he decidido variarlos un poco.
Estos no llevan carne o chorizo, aunque este segundo estuvo en la mesa temblando ante el cuchillo hasta el último momento. Tampoco es salsa de tomate corriente, si no una variante con pimiento.
Quitando estos dos detalles, es una receta bastante tradicional.

Macarrones (la cantidad depende del hambre y del número de comensales)
6 tomates pera
1 cebolla dulce
1 pimiento rojo mediano
Queso emmental o queso parmesano 
Aceite de oliva
Sal

Lo primero es escaldar los tomates. Ya se sabe, se pone agua a hervir y se echan los tomates 10 minutos a fuergo bajo. Se apartan para que templen.
Se vuelve a poner agua a hervir con sal y se echan los macarrones a cocer.

Por otro lado se pocha la cebolla y el pimiento con un chorrito de aceite. No hace falta cortarlos muy pequeños.
Se pelan los tomates y se trituran hasta quedar echos salsa. Se hace lo mismo con la cebolla y el pimiento: se apartan del fuego y se trituran pero no hasta hacerse puré, solo hasta que queden pedazos pequeñitos.

En cuanto están cocidos los macarrones, se escurren y se mezclan en la olla con el tomate y las verduras trituradas. Se echa queso al gusto y se remueve bien.
Se reparten en una bandeja honda apta para horno y se cubren con una buena capa de queso.

En el horno caliente y en modo grill o gratinado se mete unos 10 minutos o hasta que la capa de queso esté dorada lo que significa que estará crujiente. Ya es sabida mi pasión por lo crujiente.

Lo bueno de este plato es que se puede preparar horas antes y cuando se vaya a comer, se gratina (y calienta al tiempo) en el horno.

¡Bueno provecho!