martes, 4 de diciembre de 2012

Conejo a baja temperatura: la versión modesta del cochinillo



Lo primero que tengo que hacer hoy es un aviso a los transeúntes que pasen por aquí. Es el mismo aviso que le haré a mi cuñada en cuanto publique esta entrada: sáltatela. Y al resto de mortales e inmortales, si os parecen entrañables los conejitos y os recuerdan a Tambor de Disney, esperad a la siguiente entrada, se os quiere pero esta receta no os va a agradar.

Evidentemente no queda la misma textura que el cochinillo a baja temperatura, sobre todo porque el conejo no tiene la capa de grasa que tiene el animalico más famoso de Segovia. Espectacular queda el cochinillo que hace mi suegra. Y habiendolo probado, tenía que hacer la versión modesta: conejo a baja temperatura.
Bueno, modesta en parte porque lleva una buena cantidad de aceite de oliva, que no es tontería en el bolsillo. Eso sí, merece la pena. Nada que ver con el conejo hecho al horno sin más.
Esta receta lleva más tiempo pero no más trabajo y con ella se consigue una carne mucho más tierna y jugosa. Si es que es tan sencillo...

1 conejo
4 dientes de ajo
Tomillo
Romero
Pimienta negra 
Sal
Aceite de oliva virgen, pero no hace falta que sea Extra


En una cazuela de barro, se pone el conejo cortado en cuatro trozos previamente untados con una picada hecha con los dientes de ajo, el tomillo y la sal. Se tapa la cazuela con papel film y se deja fuera de la nevera unas dos horas.
Transcurrido este tiempo, se quita el papel film, se echa pimienta negra por encima, se cubre el conejo con el aceite en la misma cazuela y se echa una buena cantidad de romero. Se mete en el horno a 70º y ahí lo olvidamos durante tres horas. Sí, tres horas así tranquilamente.
Vale, esta receta puede ser una excusa perfecta para pasar una mañana totalmente casera...


Volviendo al conejo, al cabo de las tres horas se saca del horno. Lo bueno es que se puede preparar con antelación y, justo antes de servirlo, se saca de la cazuela de aceite, se deja escurrir un poco y se pone en la bandeja del horno. Se mete durante 10 minutos en la parte alta del horno en modo grill. De esta manera se vuelve a calentar el conejo y se le da color por fuera.
Y no hace falta mucho más, solo la guarnición que se quiera añadir. Yo opté por unas patatas asadas, aprovechando el horno caliente, acompañadas de allioli.


La próxima vez que vayáis a hacer conejo, si tenéis tiempo, no dudéis en probar esta opción, es la versión gastronómica de tomarse la vida con calma y tranquilidad...

¡Buen provecho!

 

2 comentarios:

  1. Que maravilla de receta!
    Las carnes hechas de esa manera están riquísimas es verdad.
    Un beso guapa.

    Maricarmen

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