viernes, 12 de abril de 2013

Quinoa guacamoleada

¿Veis como tiene que quedar la quinoa cocida?

Cada vez son más los días en los que no sé que hacer para comer, es lo que tiene saber cada día un poco más sobre nutrición: quiero seguir tan bien las pautas de una alimentación correcta que se me bloquea la neurona. 
En teoría las proteínas deberían dejarse para la cena puesto que así se utilizan mientras se duerme para mantener o reparar nuestro organismo. En cambio, los hidratos de carbono tendrían que ocupar gran parte de desayuno y comida. El problema es que las proteínas están por todas partes así que a mediodía acabo combinando... Cuando me da por explicar mis problemas me pierdo. 

La cuestión es que busco los hidratos por todas partes para no hacer las comidas muy repetitivas y, aunque parezca mentira, la quinoa ha sido un descubrimiento de hace pocos meses. 
No tiene un sabor espectacular, ni bueno ni malo, pasa bastante desapercibido. Lo que sí tiene la quinoa es que es un superalimento que contiene todos los aminoácidos esenciales por lo que incorporarla a nuestra dieta es una muy buena opción. 

Para darle alegría a un plato de quinoa hay que compensar con ingredientes de sabor más potente como puede ser una salsa similar al guacamole. Unas líneas más abajo entenderéis porque digo que es similar... 

150 grs. de quinoa (para dos personas) 
Agua 
1 aguacate 
1 tomate 
1/2 cebolla 
Nueces picadas 
Aceite de oliva 
Sal 

Lo primero es cocer la quinoa, lo cual tiene su truco. 
Se pone a hervir el agua, el doble que quinoa: es decir, si los 150 grs. ocupan un vaso, se ponen a hervir dos vasos de agua. Al agua se le añade sal y cuando hierve se echa la quinoa y se baja el fuego. 
En unos 10 o 12 minutos debería estar lista ¿cómo lo sabemos? Un truco muy sencillo: cuando de cada granito haya salido una especie de rabito dando la sensación de que es un ojito. En la foto se puede apreciar... 

Mientras hierve el agua y cuece la quinoa, se prepara la salsa. 
En una sartén se echan unas gotas de aceite y cuando esté caliente, se baja el fuego y se pocha la cebolla picada. Tras cinco minutos se echa el tomate picado y sal y, pasados diez minutos, se añade el aguacate cortado a trozos pequeños. Cinco minutos más y se retira. Se tritura pero solo un poco para que se noten los trozos de aguacate. A esta salsa se le añaden las nueces y se mezcla bien. 

Para emplatar solo hace falta escurrir la quinoa y echarla en un plato junto con la salsa. 

Si gustan los platos picantes, a la salsa se le puede añadir guindilla dando una sensación más parecida todavía al guacamole. De cualquier manera, sencillo y nutritivo. 

¡Buen provecho!

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