viernes, 24 de mayo de 2013

Berenjena rellena de cuscús


Hacía semanas que no comía cuscús. Me apetecía. Pero ahí estaban las verduras y ¿qué podía hacer? ¿Otra vez cuscús con verduras? Bien bueno está pero algo monótono. Una berenjena rogando servir de alimento de una vez. Bueno, pues una berenjena rellena. Ya pero me apetece cuscús... 
¿Quién ha dicho que no pueda servir de relleno? Quien lo haya dicho va a tener que retractarse porque la prueba está superada. Y eso que iba a contrarreloj porque entre semana los tiempos están marcados por el trabajo. 

1 berenjena grande 
1/2 cebolla 
100 grs. de cuscús 
Queso parmesano rallado 
Aceite de oliva virgen extra 
Sal 
Agua 


Se lava la berenjena y se parte por la mitad. A lo largo, claro. Se vacían las dos partes, dejando la piel y una pequeña capa que da consistencia a los recipientes naturales. 
Se pican la cebolla y el interior de la berenjena y se pocha en una sartén con un chorrito de aceite y sal, a fuego medio. Eso supone unos veinte minutos. 

Mientras tanto se prepara el cuscús, en esta ocasión sin mantequilla: cuando hierve el agua con sal y aceite, se aparta del fuego, se echa el cuscús y se deja unos tres minutos, tras los cuales se pone a fuego bajo y se remueve hasta que se acaba de secar. 
También se aprovecha para rallar el queso. 

Volviendo a las verduras, cuando han pochado se echan en la picadora. Una vez trituradas se mezcla con el cuscús. 
En una bandeja de horno, sobre papel vegetal o de aluminio, se ponen las partes exteriores de la berenjena y se rellenan con la mezcla de cuscús y verduras. Se cubren con el queso rallado y se meten en el horno para gratinar hasta que el queso esté dorado. 

Un apunte para vegetarianos que no quieren tomar queso: se puede sustituir por levadura de cerveza. Yo todavía no lo he probado pero quien lo toma cuenta maravillas. Cuando lo pruebe daré mi opinión. 

Volviendo a la berenjena rellena de cuscús, ha sido un experimento exitoso lo cual me ha alegrado mucho el día. 

¡Buen provecho!

sábado, 18 de mayo de 2013

Crema de hinojo, fría o caliente


Vuelve el frío, esto es de locos. Menos mal que la ropa de invierno y el nórdico siguen donde estaban, será desconfianza gallega. 
Apetecen de nuevo platos calientes, ahora mismo tengo en la olla unas judías rojas. Hay que aprovechar cuando hace frío porque con el calor se quitan las ganas de estos platos. Sin embargo hay otras recetas que se pueden tomar tanto frías como calientes, como las cremas. 

Eso es lo fantástico de la crema de hinojo, se toma durante todo el año: fría refresca por el sabor del hinojo y caliente reconforta al favorecer el hinojo la digestión. El bulbo de hinojo, que es la parte que se usa en esta receta, es todo un alimento medicamento, aquí os dejo unos cuantos beneficios. Y para que aprovechéis estas propiedades, una receta básica. 

2 bulbos de hinojo 
1 cebolla mediana 
1 patata 
Aceite de oliva 
Sal 
Pimienta 
Agua 

Lo primero es limpiar los bulbos: es como una cebolla, basta con quitar la primera capa y, si se quiere, limpiarla un poco. Se pelan también cebolla y patata. Los tres ingredientes se trocean y se ponen a cocer en agua con sal. Con media hora debería bastar. Yo los hice al vapor pero cualquiera de las dos opciones da buen resultado. 
Una vez cocidos se apartan del agua y se trituran con un chorro de aceite, pimienta y, si queda muy espeso, se añade un poco de agua de la cocción. Se prueba y se compensa sal, aceite o pimienta al gusto. 

A quien le guste el sabor de la infusión de hinojo o de anís, esta crema le va a resultar un descubrimiento que no va a poder olvidar. 

¡Buen provecho!

viernes, 10 de mayo de 2013

Contra la anemia: sopa de mijo y tofu


Habéis leído bien. Hoy traigo una receta mas que sana, terapéutica, muy buena para combatir la anemia. 
El mijo es un cereal que aporta proteina completa, lo cual no se puede decir de la mayoría de los alimentos. Por otro lado el tofu es rico en hierro, fósforo y potasio así como en calcio, entre otros. Es posible que muchos no hayáis tomado nunca mijo o que nunca hayáis cocinado tofu pero tanto uno como otro son ingredientes de fácil manejo y muchas posibilidades. 

Una sopa como la que traigo hoy es perfecta para cenar puesto que su gran aporte proteico junto con las pocas grasas, hace que el cuerpo pueda renovarse durante la noche: mientras dormimos el cuerpo aprovecha el descanso para reparar los tejidos dañados y fortalecerse. 
Sin más, vamos a la sopa. 
1/2 tofu fresco cortado en dados pequeños 
1 cebolla pequeña 
1/2 taza de mijo 
1 diente de ajo 
2 zanahorias pequeñas 
1 patata 
Aceite de oliva 
Sal 
1 litro de agua 

En un cazo u olla pequeña con un chorrito de aceite caliente se pone a sofreir el ajo y la cebolla picados a medio fuego. Unos cinco minutos y se echa el tofu cortado en cubitos. Se saltea un minuto, se agrega el agua y se sube el fuego. 
En cuanto empieza a hervir se agrega sal, la zanahoria picada y la patata en cubitos. Tras cinco minutos se añade el mijo, se tapa y se deja cocer unos 10 o 15 minutos. Y sopa lista. 

No pongo un tiempo concreto porque depende de como guste el mijo, como siempre es cuestión de probar. 
Sé que con la llegada del calor no apetece sopa pero si se deja templar, está bien buena. Os animo a probarla, sobretodo si sufrís algún tipo de anemia o carencia proteica. 

¡Buen provecho!

domingo, 5 de mayo de 2013

Risotto integral exprés de verduras

Foto improvisada porque no esperaba que saliera algo presentable...

Todo italiano que lo lea me va a echar mal de ojo. Por favor, no lo hagáis, sed un poco flexibles con esta cocinerita. Bien sabéis que me gusta respetar las recetas y ya he hecho risotto en otras ocasiones. 

En realidad el arroz que traigo hoy fue una combinación de no saber qué cocinar, de olvidar un arroz en plena cocción y lo que quedó del día anterior. No voy a decir que se use cualquier sobrante, por eso voy a aportar la receta desde cero. 
Vamos a ello. 
200 grs. de arroz integral 
1/2 cebolla 
1 pimiento rojo 
3 hojas de acelgas con sus respectivas pencas 
2 diente de ajo 
Aceite de oliva 
Sal 
Agua 
50 grs. de queso parmesano rallado 

El día anterior habíamos comido acelgas al vapor y habían quedado unas pocas. Así que para hacer este arroz, hay que cocer o hacer al vapor las acelgas y luego cortarlas en juliana. 

En cuanto al arroz, se pasa por agua y se escurre. Mientras tanto se pone a calentar una olla vacía. Una vez caliente y a fuego medio se añade el arroz y se remueve hasta que quede seco. Se añade un chorrito de aceite, se remueve un minuto, se cubre con el doble de agua y se tapa. No incluyo sal porque es suficiente con la que se añade a las verduras y con el queso. 
Si el paquete de arroz indica que se deje 35 minutos, lo dejamos 40 para que quede pasado. Las verduras. 

Se pelan ajo, cebolla y pimiento. El ajo se pica y se echa en una cazuela con un chorrito de aceite y a fuego bajo. Se cortan la cebolla y el pimiento en juliana, se añade a la cazuela con un poco de sal y se tapa. Se dejan pochar veinte minutos. 
Si se calcula bien, arroz y verduras acaban de cocerse al tiempo. 

Se escurren acelgas (y se cortan) y arroz y se echan en la cazuela. Se remueve bien. Si las verduras no han soltado mucha agua, se añade una cuchara de agua templada. 
Tras cinco minutos, el broche final: se echa el queso rallado y se remueve hasta que quede integrado, de manera que el arroz adquiere un aspecto pastoso, diría que "arrisottado". 

Parece mentira pero desgana y descuidos pueden dar gratas sorpresas. 

Esta receta la dedico a mi primo que esta semana se ha ido a trabajar a Italia, deseosa estoy de que se asiente para ir de visita... 

¡Buen provecho!