sábado, 18 de mayo de 2013

Crema de hinojo, fría o caliente


Vuelve el frío, esto es de locos. Menos mal que la ropa de invierno y el nórdico siguen donde estaban, será desconfianza gallega. 
Apetecen de nuevo platos calientes, ahora mismo tengo en la olla unas judías rojas. Hay que aprovechar cuando hace frío porque con el calor se quitan las ganas de estos platos. Sin embargo hay otras recetas que se pueden tomar tanto frías como calientes, como las cremas. 

Eso es lo fantástico de la crema de hinojo, se toma durante todo el año: fría refresca por el sabor del hinojo y caliente reconforta al favorecer el hinojo la digestión. El bulbo de hinojo, que es la parte que se usa en esta receta, es todo un alimento medicamento, aquí os dejo unos cuantos beneficios. Y para que aprovechéis estas propiedades, una receta básica. 

2 bulbos de hinojo 
1 cebolla mediana 
1 patata 
Aceite de oliva 
Sal 
Pimienta 
Agua 

Lo primero es limpiar los bulbos: es como una cebolla, basta con quitar la primera capa y, si se quiere, limpiarla un poco. Se pelan también cebolla y patata. Los tres ingredientes se trocean y se ponen a cocer en agua con sal. Con media hora debería bastar. Yo los hice al vapor pero cualquiera de las dos opciones da buen resultado. 
Una vez cocidos se apartan del agua y se trituran con un chorro de aceite, pimienta y, si queda muy espeso, se añade un poco de agua de la cocción. Se prueba y se compensa sal, aceite o pimienta al gusto. 

A quien le guste el sabor de la infusión de hinojo o de anís, esta crema le va a resultar un descubrimiento que no va a poder olvidar. 

¡Buen provecho!

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