jueves, 27 de junio de 2013

Salmorejo con avellanas


El año pasado ya hice un salmorejo con manzana para evitar el uso de pan. No es que no me guste el pan pero normalmente se usan panes industriales así que mejor si se pueden usar ingredientes que nutran el cuerpo de manera más sana. 
Que no, que no digo que el pan no sea cosa buena pero tiene que ser pan del bueno, con ingredientes de calidad y eso es dificilísimo de encontrar. 

Volviendo al salmorejo de hoy, se pueden usar tanto avellanas como almendras, cada cual que escoja pero siempre crudas. 
Vamos a ello, para dos personas. 

5 tomates de rama (si son tipo pera tendrán que ser más por el tamaño) 
2 dientes de ajo (porque nos gusta fuertecito, si no uno) 
30 grs. de avellanas crudas (puede variar, ya veréis el porqué) 
Aceite de oliva virgen extra 
Vinagre de xerez 
Sal 
1 huevo duro 
Jamón ibérico 

Tan fácil como lavar los tomates y meterlos en el recipiente para triturarlos (sea batidora, sea thermomix, sea vaso de triturar). Se trituran y se añaden los dos dientes de ajo pelados y sin la parte central para evitar que repitan durante todo el día. 

Las avellanas se van añadiendo poco a poco y triturando hasta que quede el espesor deseado, por eso comenté antes que los 30 gramos eran aproximados. También se tiene que triturar hasta que quede el granulado que se quiera. Si no gusta encontrar los trocitos, mejor es picar las avellanas solas antes. 

Por último aceite, vinagre y sal al gusto. Al gusto porque se tiene que ir probando, al menos para mi es necesario, supongo que con los años no lo necesitaré pero ¿quién ha hablado de necesidad y no de placer? 

Todo triturado ya puede ir a la nevera dos horas para que coja más sabor al ajo y para que enfríe. 
Se emplata el salmorejo, se ralla medio huevo por encima en cada plato y se reparte el jamón en trocitos. 

Tengo que reconocer que me gusta más que el salmorejo de manzana pero es porque me gustan mucho los frutos secos. Variar es lo mejor. 

¡Buen provecho!

martes, 18 de junio de 2013

Pastelitos de verduras de concurso


Hace unas semanas María de Tiendeo contactó conmigo para participar en un concurso de recetas con productos de temporada. 
Por motivos varios hasta esta semana no me he puesto con ello. Se suma que en cuanto tengo que pensar en una receta con condicionantes me atasco, no sé por donde tirar. 
Lo bueno es que en junio hay muchas verduras de temporada. 

Yo no sé qué vegetales corresponden a cada mes aunque al comprar en frutería de proximidad, me es fácil saberlo. 
Pimiento, calabacín y zanahoria aparecen en junio. La berenjena llegaría en julio pero este año se ha adelantado, al menos la berenjena morada. 

¿Qué puedo hacer con esto? 
Se me ocurre lo mismo de siempre hasta que recuerdo el agar agar que tengo guardado, la opción natural a la gelatina. 

1 calabacín 
1 berenjena morada 
3 zanahorias 
2 pimientos del piquillo 
3 grs. de agar agar en polvo 
Agua 

Lo primero es lavar y pelar los ingredientes y hacerlos al vapor. Se podrían pochar pero al vapor son más sanos. Se separan en cuatro montones por colores y se trituran. 

En un cazo se ponen unos 600 ml de agua a hervir con el agar agar removiendo de vez en cuando. Al llegar a ebullición se baja el fuego y se deja calentando. 

Se echan tres cucharones de agua con agar sobre el calabacín y se remueve bien. Seguidamente se reparte esta mezcla en moldes de muffins o de madalenas. Da para rellenar ocho pastelitos. Se mete en la nevera. 
El agua con agar agar tiene que seguir a fuego muy bajo para que no se solidifique. 

Al cabo de diez minutos se hace con las zanahorias lo mismo que con el calabacín y se reparte en los moldes. Otra vez a la nevera diez minutos y se repite la tarea con la berenjena hasta rellenar los moldes hasta arriba. Se deja en el frigorífico un mínimo de media hora. 

Para desmoldar se puede usar una tabla grande de cortar para tapar los moldes y poder darles la vuelta. Con una pala de pastelería se trasladan a los platos. 

Para terminar los pastelitos se ponen los pimientos triturados por encima habiéndolos mezclado previamente con el agua con agar y habiendo templado. Los pastelitos están muy ricos acompañados por un sencillo cuscús. 

Cierto que dan más trabajo que unas verduritas pochadas pero tampoco se trata de hacerlos cada día si no como acompañamiento en una comida más elaborada. 

Solo me queda decir que si os apetece votar esta receta (u otra que consideréis) os dejo el link.  

¡Buen provecho!

lunes, 17 de junio de 2013

Horneando tazas: como personalizar vajillas

Esta receta seguro que no la esperabais: su resultado no se come pero sí sirve para comer y beber. Y lo mejor es que es una manera fácil de crear un regalo personalizado o de hacer una comida más divertida. 
Hacía tiempo que quería probar y llegó la ocasión, decidí "dibujar" unas tazas para una pareja de recién casados. 
Facilísimo, solo hace falta un rotulador para dibujar sobre cerámica y una taza. El rotulador se encuentra en cualquier tienda de manualidades. La taza en cualquier bazar chino a precio muy económico. 

Se limpia la taza y se decora al gusto. Lo bueno es que se puede borrar sin esfuerzo. Terminada la decoración, se mete en el horno y se deja una hora a unos 100 grados. Al apagar el horno se deja cerrado hasta que se enfríe y ya está terminada la labor. 

Al final lo más complicado fue decidir qué poner puesto que lo de dibujar no se me da muy bien. Por un lado puse el nombre de cada uno en cada taza y por el otro una palabra que, juntando las tazas, formara una expresión romántica pero no cursi. Algún detallito más y ahí está un regalo personal. 

Ni que decir lo que se puede hacer cuando se usan colores y se sabe dibujar bien. 
Ya tengo ganas de hacer más.

¡Buen provecho!

sábado, 1 de junio de 2013

Pollo de corral guisado


Mucho tiempo ha pasado desde el último pollo guisado en esta casa. Me encanta el pollo pero ya puestos que sea de corral. Mas que nada porque los pollos que compramos hoy en día en el mercado no saben como los del pueblo. Vamos, ni los pollos ni las verduras ni la carne... qué penita. 
Así que cuando decidimos hacer un plato como este, merece la pena gastar un poco más, en la medida de lo posible, y que sea de mejor calidad. Poco más hay que gastar, basta con acompañarlo de verduritas y frutos secos. 

1/2 pollo de corral 
2 dientes de ajo 
1/2 cebolla 
1 zanahoria grande 
1 limón 
3 puñados de nueces (lo que tiene no pesarlas, a ojo) 
1 chorro de vino blanco para cocinar 
Aceite de oliva virgen extra 
Tomillo 
Pimienta negra 
Sal 
En una olla de barro con un chorrito de aceite caliente se pone el pollo a fuego medio. Se deja unos minutos, mientras se pica en cubos pequeños el ajo, la cebolla y la zanahoria. 
Se baña el pollo con el zumo del limón, se salpimenta y se agrega tomillo. Se añaden las verduras, otro chorro de aceite y el vino. 
Se pican las nueces en un mortero y se mezclan con las verduras. Se tapa hasta que se le de la vuelta al pollo. 
Para que esté bien hecho, hay que calcular entre 15 y 20 minutos por cada lado desde que se pone al fuego. No hay que olvidar remover de vez en cuando para que no se pegue a la olla. No debería secarse puesto que al pochar la cebolla suelta agua. 

Evidentemente las hierbas aromáticas, los frutos secos o el licor usado van a gusto del consumidor así que todo es ir experimentando. 
Al servirlo se puede acompañar con arroz integral hervido que, junto con las verduras guisadas, está buenísimo. 

¡Buen provecho!